Sonriente monstruo marino a 3.268 metros de profundidad: una nueva especie emerge de la oscuridad
En las profundidades del Pacífico, bajo una presión de miles de atmósferas, frío extremo y oscuridad total, una hembra adulta de 9,2 cm perteneciente a la familia Liparidae apareció sonriendo ante la inmensidad. El hallazgo se logró con un vehículo operado a distancia frente a la costa de California.
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Descubrimiento histórico: a gran profundidad nace una nueva especie de pez babosa frente a California
Los científicos observaron una criatura rosada con grandes ojos mientras exploraban el fondo marino frente a la costa de California con un vehículo operado a distancia. La hembra medía 9,2 cm de longitud. Tras analizar sus rasgos, el equipo concluyó que se trataba de una especie nueva dentro de la familia Liparidae y la bautizó Careproctus colliculi. Este avistamiento es, hasta la fecha, el único registro documentado de Careproctus colliculi.
Rasgos y método de estudio clave
El espécimen fue estudiado con microscopios y micro-CT, y se realizaron mediciones precisas para confirmar que era distinto de cualquier especie ya conocida. La criatura rosada presenta una cabeza relativamente grande, un cuerpo blando con piel suelta y una cola estrecha. Muchas especies de peces babosa cuentan con una ventosa en el abdomen para adherirse al fondo o a otros animales.
Más hallazgos y un registro único
Además, los científicos estudiaron otros dos ejemplares y descubrieron que también son nuevos para la ciencia: se trata de dos babosas oscuras y lisas. Este hallazgo resalta la biodiversidad de las zonas profundas y cuánto queda por descubrir. El liderazgo de la expedición, Steve Haddock, subrayó la importancia de documentar la biodiversidad de los fondos marinos para detectar cambios en ese entorno.
Contexto científico y significado
A nivel mundial, se han descrito más de 400 especies de peces babosa. Estas criaturas viven en una amplia variedad de hábitats, desde zonas de mareas poco profundas hasta profundas fauces oceánicas. En abril de 2023, ictiólogos australianos y japoneses grabaron una pez babosa en la fosa Iz-u-Ogasawara a 8.336 metros de profundidad. “La profundidad sorprende por su biodiversidad y las adaptaciones únicas de los seres vivos”, afirmó Mackenzie Gerringer, profesora asociada en la State University of New York en Geneseo. “Este hallazgo recuerda cuánta vida desconocemos en la Tierra y el poder de la curiosidad”, añadió Stephen Haddock, científico principal del Monterey Bay Oceanographic Research Center.