¿Y si las drogas psicodélicas pudieran reprogramar tu sistema inmunitario? Un descubrimiento que podría cambiar la lucha contra la inflamación
Las sustancias psicodélicas ya no son solo recuerdos de contracultura: podrían convertirse en herramientas médicas para controlar la inflamación del cuerpo. En un momento en que los tratamientos para la salud mental llegan a límites, la investigación regresa a estas drogas, buscando su potencial terapéutico más allá de las visiones. Hoy, psilocibina, presente en los hongos, y la ayahuasca ya se estudian por su capacidad de sanar, o al menos calmar, la respuesta inflamatoria. No se buscan experiencias alucinatorias, sino resultados concretos para enfermedades que dependen de la inflamación. En laboratorio y en animales, sustancias como DMT, LSD y (R)-DOI han bloqueado la liberación de citocinas inflamatorias. Estas moléculas alimentan condiciones como la artritis, el asma, la depresión y, a veces, pueden agravar el daño cerebral tras lesiones. Además, a diferencia de los antiinflamatorios esteroides, los psicodélicos podrían no suprimir la función inmune saludable, una ventaja crucial.
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¿Cómo actúan las sustancias: la vía antiinflamatoria de lo psicodélico
Las investigaciones han sugerido que los efectos antiinflamatorios podrían estar ligados a la acción del receptor 5-HT2A en células del cerebro y del sistema inmune, una vía distinta de la que produce la experiencia psicodélica. Un estudio con 60 voluntarios sanos mostró que una sola dosis de psilocibina redujo de forma significativa TNF-α e IL-6 durante la semana siguiente. Aunque otros ensayos con tamaños de muestra menores o con participantes con experiencia previa han mostrado resultados mixtos, la señal es alentadora. En estudios con ayahuasca, también se observó una reducción de CRP en personas con depresión, y la caída de CRP se relacionó con mejoras en el ánimo. Esto sugiere que disminuir la inflamación podría contribuir a la salud mental. Aun así, es evidente que la relación entre inflamación y efectos psicodélicos podría no depender de los mismos procesos que provocan la experiencia alucinógena; existen mecanismos menos entendidos que podrían estar en juego.
Desafíos y resultados en humanos: la realidad detrás del placebo
Un gran reto es el cegamiento del placebo. Cuando alguien experimenta un viaje psicodélico, es obvio si recibió la sustancia real o un placebo, lo que complica la interpretación de resultados, especialmente para el estado de ánimo y para cambios en la inflamación, que también podrían verse influenciados por el efecto placebo. Los estudios deben enfrentar esta limitación y diseñarse para minimizar sesgos, incluso cuando la experiencia subjetiva sea central para la terapia. En un experimento con asma en animales, dos fármacos con efectos psicodélicos mostraron resultados muy diferentes: (R)-DOI revierte la inflamación, mientras (R)-DOTFM no tiene efecto. Esto sugiere que los beneficios antiinflamatorios podrían separarse de la experiencia psicodélica y abrir la vía a fármacos más seguros.
Hacia fármacos más seguros: fármacos Pipi que imitan beneficios sin el viaje
La ruta hacia tratamientos más seguros podría venir de lo que llamo fármacos Pipi: compuestos que capturan los beneficios terapéuticos de los psicodélicos sin provocar alucinaciones. Ejemplos ya en desarrollo incluyen DLX-001 y DLX-159, de Delix Therapeutics. Estos compuestos muestran respuestas que pueden indicar efectos antidepresivos sin 'viaje' alucinógeno, lo que podría reducir obstáculos regulatorios y la reticencia de pacientes. Esta estrategia podría transformar el manejo de condiciones inflamatorias, permitiendo tratamientos dirigidos sin las barreras de lo que se asocia con los psicodélicos tradicionales.
Qué podría cambiar en tratamiento y en nuestra comprensión de la enfermedad
Los resultados actuales, aunque tempranos, apuntan a una nueva clase de tratamientos antiinflamatorios derivados de psicodélicos. Si los ensayos con diseños más rigurosos y controlados confirman estas señales, podríamos ver terapias que combinen alivio de la inflamación con beneficios para la salud mental. La promesa es grande: separar la curación de la experiencia psicodélica podría cambiar la forma de tratar enfermedades donde la inflamación es un motor central, desde la depresión hasta la artritis y las condiciones cardíacas. Como señala Nicholas Barnes, profesor de farmacología translacional en la Universidad de Birmingham, avanzar en este camino podría redefinir el tratamiento de numerosos pacientes. Este artículo repite ideas para ampliar la conversación sobre un futuro en el que la mente y el cuerpo se traten juntos, no por separado.