Xiaomi: cómo una pequeña startup china derribó a los gigantes y convirtió la tecnología en un bien asequible
Xiaomi nació en 2010 como una promesa tecnológica y, en menos de una década, se convirtió en un gigante de la movilidad en China. En solo tres años, se posicionó como el mayor fabricante de smartphones del país, desafiando a Apple y Samsung. Pero la clave no fue solo hardware: la empresa apostó por una estrategia de software y ventas que convirtió la tecnología en un bien asequible. Datos sorprendentes: 300.000 pre-pedidos del Mi 1 en 34 horas; Mi Band 1 vendió 1 millón de unidades en sus primeros 100 días. En 2014, la valoración de Xiaomi alcanzó 45.000 millones de dólares, y la compañía empezó a diversificarse con televisores, routers, baterías portátiles y más. Hoy, Xiaomi es una de las marcas tecnológicas más reconocidas a nivel mundial, con un ecosistema que va más allá de los smartphones.
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Los cimientos: Lei Jun y el nacimiento de Xiaomi
El germen de Xiaomi está en Lei Jun. Nació en 1969 en Xiangtan, Hubei. En 1987 ingresó a la Universidad de Wuhan, y su decisión no fue por pasión sino por conveniencia. El punto de inflexión llegó cuando leyó el libro Fire in the Valley: la historia de la creación de ordenadores personales, que cuenta cómo Steve Jobs y Steve Wozniak construyeron los primeros 50 Apple I en 30 días. Tras la universidad, en 1992, trabajó en Kingsoft, donde ascendió desde empleado hasta dirigir la empresa en seis años. En 2000 lanzó Joyo.com, una plataforma para vender libros, vídeos y música, que Amazon compró por 75 millones de dólares. Con ese capital, invirtió en numerosas iniciativas tecnológicas y, para 2011, había participado en 20 compañías, entre ellas UCWeb y YY.com. A partir de 2010 ya con experiencia y capital, decidió crear su propio techo tecnológico. El 6 de abril de 2010 nació Xiaomi Electronics con el apoyo de Temasek Holdings (Singapur), IDG Capital y Qiming Venture Partners. El nombre Xiaomi significa ‘grano de mijo’. Originalmente, Lei quería llamar a la empresa Red Star, pero ese nombre ya estaba ocupado. En el logo, MI significa Internet móvil. El equipo inicial tenía ocho fundadores, destacando Lin Bin, un antiguo colaborador de Microsoft y Google. Lei Jun rompió el estereotipo de que los emprendedores de startups deben ser jóvenes: a los 40 años ya tenía una base estable y una ambición: crear algo verdaderamente innovador.
MIUI primero, luego smartphones asequibles: la fórmula Xiaomi
El camino de Xiaomi comenzó con la creación de MIUI, una capa de Android adaptada a las necesidades del mercado chino. Fue presentada el 16 de agosto de 2010 y, en su primer año, ganó millones de usuarios gracias a su optimización y a la libertad que ofrecía frente a Android oficial en China. Este éxito impulsó a la empresa a fabricar sus propios teléfonos. En 2011 llegó el primer smartphone, el Mi 1, con un precio por debajo de los 300 dólares. La estrategia de ventas se basaba en ‘flash sales’: ventas limitadas en días concretos para reducir costos y mantener el control de la producción, mientras se prometían actualizaciones de software durante dos años. El resultado fue inmediato: 300.000 pre-pedidos en tan solo 34 horas. En 2012, el Mi 2 se convirtió en el único teléfono de cuatro núcleos, manteniendo el precio asequible; los primeros 50.000 dispositivos se agotaron en menos de 3 minutos y otros 50.000 se agotaron en 5 minutos a través del microblog del propio Lei Jun. En 11 meses se vendieron más de 11 millones de unidades; el Mi 2S incluso superó ventas de Apple en China en ciertos periodos.
Expansión global y diversificación: de China al mundo
En 2013, Xiaomi amplió su repertorio con el Mi 3, la línea Redmi y, por primera vez, televisores con Mi TV. Ese año, la marca se convirtió en la quinta mayor fabricante de smartphones en China, con 19 millones de unidades vendidas. La llegada de Hugo Barra como vicepresidente de gestión de productos y Android marcó el inicio de la expansión internacional; Singapur fue el primer mercado exterior, seguido de India, donde se adoptó una estrategia de producción local para reducir costos. Después vinieron Malasia, Filipinas, Tailandia e Indonesia. En 2014, la valoración de la compañía alcanzó los 45 mil millones de dólares; se vendieron 11 millones de smartphones en el primer trimestre y más de 61 millones en todo el año. La oferta se amplió a purificadores de aire, routers, baterías portátiles, Mi TV 2 (49 pulgadas), Mi Box Pro (4K) y el Mi Band 1, un rastreador de actividad extremadamente barato a 13 dólares. En los primeros 100 días se vendió más de un millón de Mi Bands. En 2016 abrió su primera Mi Store en Atenas y, en 2018, fortaleció su presencia en Europa junto a la operadora Three, vendiendo smartphones en Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, Austria y Suecia. Hoy, la compañía está presente en más de 100 países.
Desafíos globales y el legado tecnológico
A principios de 2021, el Departamento de Defensa de Estados Unidos incluyó a Xiaomi en una lista de organizaciones chinas probablemente vinculadas al complejo militar industrial y a los servicios estatales. Esto podía restringir operaciones financieras para ciudadanos y empresas estadounidenses. Xiaomi respondió demandando en Washington y alegando falta de pruebas. El 12 de marzo de 2021, el juez de distrito Rudolph Contreras falló a favor de Xiaomi, eliminando a la compañía de la lista. En Rusia, la historia de Xiaomi comenzó en 2014 con planes de entrada; la primera llegada llegó en 2015 a través de canales no oficiales, y una vuelta oficial se logró en 2016. Los primeros Mi 4C llegaron a grandes minoristas como Svyaznoy, Evroset, Eldorado, M.Video y Citylink. En 2017, Xiaomi celebró una conferencia en Rusia y declaró ese año como el de la “Russia Year”. Hoy, Xiaomi no solo vende smartphones, sino que ha construido un ecosistema multimarca que abarca laptops, wearables, electrodomésticos, audio, televisión y, más recientemente, coches eléctricos. Sus tres marcas principales de smartphones —Xiaomi, Redmi y POCO— coexisten dentro de un mismo paraguas para alcanzar a millones de usuarios. Gracias por leer hasta el final; si te ha gustado, considera apoyar con un saludo al canal de Telegram.