Venimos en paz — un científico revela cómo será nuestro primer contacto con extraterrestres y no tendrá nada que ver con las películas
Entre los esfuerzos de los astrónomos por desentrañar si hay vida más allá de la Tierra, un investigador ha revelado exactamente cómo será nuestro primer contacto. Sin embargo, ese encuentro no se parecerá a los acercamientos descritos en las películas de Hollywood. Según la 'Hipótesis Eschatiana', la primera civilización extraterrestre que encontremos es probable que esté en sus momentos finales de colapso total. Esto se debe a que, al igual que las estrellas moribundas y las supernovas, las civilizaciones tienden a brillar con mayor intensidade justo antes de desaparecer en la oscuridad. Según el Dr. David Kipping, de la Universidad de Columbia, esta teoría significa que los primeros alienígenas podrían ser 'anormalmente ruidosos'.
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La primera civilización alienígena probablemente estará en sus últimos momentos de colapso total
Para entender cómo funciona este 'sesgo de detección', imagina mirar el cielo nocturno en una noche despejada. De entre las miles de estrellas que puedes ver, aproximadamente un tercio serán estrellas gigantes moribundas en las etapas finales de sus vidas. Este periodo transitorio dura menos del 10% de la vida de una estrella, y solo alrededor del 1% de las estrellas en el universo se encuentran en esta fase gigante. Sin embargo, como las estrellas moribundas son mucho más brillantes que sus vecinas, componen una gran proporción de las estrellas que podemos detectar a simple vista. Lo mismo es verdad para eventos extremadamente raros como las supernovas: las explosiones que ocurren cuando las estrellas masivas agotan su combustible y colapsan. Estas explosiones son tan raras que una galaxia de tamaño similar a la Vía Láctea experimenta una cada 50 años. Las supernovas de estrellas moribundas (ilustradas) son increíblemente raras, pero vemos miles cada año porque son tan brillantes. Los científicos dicen que las civilizaciones alienígenas deberían ser lo mismo: es más probable que encontremos una que arda con fuerza en sus momentos finales, incluso si estas son más raras. Por ejemplo, una guerra nuclear produciría una enorme explosión de energía que las civilizaciones serían capaces de detectar. Ilustración: Prueba Nuclear Castle Union, 1954. Sin embargo, los astrónomos descubren miles de supernovas cada año, solo por lo brillantes que son. Según el Dr. Kipping, no hay razón para que nuestro primer descubrimiento de vida alienígena no siga exactamente estas reglas. Él dice: 'Entonces, por extensión, deberíamos esperar que la primera detección de una civilización alienígena sea alguien que esté siendo inusualmente ruidoso. 'Su comportamiento probablemente será atípico, pero su enorme volumen lo convierte en el candidato más probable para el descubrimiento.' Esto significa que los primeros alienígenas que encontremos serán como un invitado ruidoso y molesto en una fiesta: la mayoría en la sala no actúan así, pero los que sí llaman la atención de todos. Sin embargo, cuando consideramos qué podría hacer que una civilización se vuelva ruidosa, la situación se vuelve mucho más sombría. A medida que las civilizaciones se vuelven más avanzadas, se vuelven más eficientes: gastan menos energía y utilizan la energía que tienen de forma más sostenible. Al igual que una casa moderna bien mantenida gotea menos calor que una casa vieja y desmoronada, las civilizaciones sanas no deberían emitir grandes cantidades de energía residual. Si el primer encuentro de la humanidad con una civilización alienígena es con una civilización moribunda, ¿cómo deberíamos responder? Esto significa que nuestro primer encuentro con alienígenas no será una comunicación deliberada, como en la nueva película Disclosure Day. En su lugar, es más probable que oigamos los últimos gritos desesperados de una civilización. En este sentido, el volumen de una civilización es una señal de 'desequilibrio extremo' que anuncia un colapso inminente. Por ejemplo, el calor intenso y la energía liberados por una guerra nuclear harían que un planeta brillara de forma detectable por telescopios sensibles. Asimismo, algunos científicos han sugerido que los alienígenas podrían incluso usar el cambio climático provocado por los hombres como una señal de vida inteligente en nuestro planeta. Algunas civilizaciones en caída total podrían incluso empezar a emitir señales al espacio para intentar contactar con otra vida.
La Señal Wow y la estrategia de observación
El Dr. Kipping ha sugerido que la famosa 'Señal Wow!', detectada por científicos en 1977, podría haber sido una civilización transmitiendo un último grito desesperado. En lugar de realizar estudios profundos de sistemas estelares prometedores o esperar pacientemente un mensaje coherente, el científico propone que los investigadores escaneen con frecuencia todo el cielo. Señales breves e inexplicables, destellos súbitos o sistemas que experimentan cambios rápidos y anómalos podrían ser indicios de una civilización ruidosa que atraviesa un colapso. Así que, aunque no sea una idea alentadora, esta teoría podría ayudarnos a encontrar nuestras primeras señales de vida entre las estrellas.
La Paradoja de Fermi, el Gran Filtro y las posibles explicaciones
La Paradoja de Fermi plantea la pregunta de por qué, dados entre 200 y 400 mil millones de estrellas estimadas y al menos 100 mil millones de planetas en nuestra galaxia, no hay señales de vida alienígena. La contradicción lleva el nombre de su creador, el físico italiano Enrico Fermi. Él planteó la pregunta por primera vez en 1950. Fermi creía que era extraordinario que aún no se haya detectado en el universo ni una señal extraterrestre ni un proyecto ingenieril, a pesar de su inmensa vastedad. Fermi concluyó que debe existir una barrera que limite el ascenso de civilizaciones inteligentes, autoconscientes y tecnológicamente avanzadas que colonicen el espacio. Esta barrera se conoce a veces como el 'Gran Filtro'. El físico italiano Enrico Fermi ideó la llamada Paradoja de Fermi en los años 50, que explora por qué no hay señales de vida inteligente, a pesar de los 100 mil millones de planetas en nuestra galaxia. Si el obstáculo principal para la colonización de otros planetas no está en nuestro pasado, entonces la barrera que detendrá las perspectivas de la humanidad para alcanzar otros mundos debe situarse en nuestro futuro, según han theoría los científicos. El profesor Brian Cox sostiene que los avances en ciencia e ingeniería que se requieren para empezar a conquistar las estrellas acabarán llevando a la destrucción de una civilización. Dijo: 'Una solución a la Paradoja de Fermi es que no es posible gestionar un mundo que tenga el poder de destruirse a sí mismo.' 'Puede que el crecimiento de la ciencia y la ingeniería supere inevitablemente el desarrollo de la experiencia política, conduciendo al desastre.' Otras posibles explicaciones para la Paradoja de Fermi incluyen que hay civilizaciones inteligentes allá fuera, pero carecen de la tecnología necesaria para comunicarse con la Tierra. Algunos sostienen que las distancias entre civilizaciones son demasiado grandes para permitir cualquier tipo de comunicación bidireccional. Si dos mundos están separados por varios miles de años luz, es posible que una o ambas civilizaciones se extingan antes de que se establezca un diálogo. La llamada hipótesis del Zoológico afirma que la vida alienígena inteligente existe, pero deliberadamente evita cualquier contacto con la Tierra para permitir su evolución natural.