Una visitante interestelar podría ser la semilla que da origen a planetas
Este año se observó un objeto que vino de fuera de nuestro sistema solar y que ahora cruza el interior de nuestro propio vecindario cósmico. Muchos lo clasifican como un cometa inusual; lo que lo distingue es su origen interestelar. Esta llegada desconcertante podría cambiar nuestra visión de la formación de planetas y de las dinámicas de los sistemas estelares, incluso si una lectura inicial no basta para confirmar nada definitivo. Recuérdese que ya en 2017 se encontró el primer objeto interstellar, 'Oumuamua', de unos 100 metros de longitud, lo que abrió una nueva rama de la astronomía. También, algunas voces han especulado sobre vestigios de civilizaciones avanzadas, aunque NASA ha descartado esa posibilidad como una fantasía.
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3I/ATLAS: ¿cometa inusual o vestigio de una civilización avanzada?
Los astrónomos han examinado este objeto con potentes telescopios para entender su composición y su origen exacto. La mayoría coincide en que es probablemente un cometa, aunque su comportamiento sigue siendo atípico. Algunas voces han sugerido que podría ser un vestigio de una civilización extraterrestre avanzada; NASA ha descartado esa idea como una conjetura infundada. Recordatorio: el primer objeto interstellar detectado, 'Oumuamua', medía alrededor de 100 metros. Esta coincidencia en tamaño alimenta el debate sobre lo que podría ser 3I/ATLAS.
La hipótesis de Pfalzner: objetos interestelares como semillas para planetas
En la reunión conjunta de la Europlanet Science Congress y la Division of Planetary Sciences, la astrofísica Susanne Pfalzner presentó una idea audaz: objetos interestelares como 3I/ATLAS podrían convertirse en las 'semillas' para la formación de planetas gigantes si quedan atrapados en los discos de polvo y gas que rodean a una estrella joven. «Los objetos interestelares podrían impulsar la formación de planetas, en particular alrededor de estrellas de mayor masa», afirmó Pfalzner. Según sus modelos, los discos de acreción y su atracción gravitatoria podrían capturar millones de objetos del tamaño del primer visitante interestelar observado en 2017, 'Oumuamua', que medía aproximadamente 100 metros. «El espacio interestelar entregaría semillas ya hechas para la formación de la próxima generación de planetas».
Implicaciones: por qué los gigantes gaseosos podrían depender de la masa de la estrella
La teoría sugiere que estos objetos podrían acelerar la formación de planetas en discos alrededor de estrellas de mayor masa, mientras que en enanas rojas (M-dwarfs) los gigantes gaseosos serían muy raros. Las estrellas parecidas al Sol suelen conservar sus discos de formación planetaria durante unos dos millones de años; ese corto periodo podría no ser suficiente para que maduren planetas gigantes, especialmente en sistemas con enanas rojas. Si existieran suficientes objetos interestelares recirculando, podrían proporcionar un empujón de masa y acelerar la formación de gigantes en estos discos.
Qué sigue: nuevas preguntas y caminos de investigación
Pfälzner y su equipo están estudiando cuántos objetos capturados podrían convertirse en cuerpos planetarios y cómo se distribuirían a lo largo de los discos de acreción de estrellas distantes. El próximo paso es cuantificar cuántos de estos visitantes podrían sembrar planetas y cómo se integran en la arquitectura de los sistemas estelares. Con más observaciones, podríamos entender mejor la frecuencia de objetos interestelares y su papel en la formación de planetas. Nota: la afirmación de que 3I/ATLAS fue enviado por aliens no está respaldada por la NASA.