Una taza de leche dorada al día podría mantener a raya el cáncer y el Alzheimer
Un clásico asiático llamado 'leche dorada' está ganando terreno en Occidente gracias a sus supuestos beneficios para la salud. Su ingrediente estrella es la curcumina, el componente activo de la cúrcuma, que podría ser tan potente que algunos estudios la comparan con fármacos antiinflamatorios. Además de su acción antiinflamatoria, la curcumina parece aumentar la capacidad antioxidante del cuerpo, combatiendo el daño de radicales libres que acelera el envejecimiento y puede contribuir a enfermedades crónicas. También hay indicios de que la curcumina podría ayudar a proteger el hipocampo, la zona del cerebro vinculada con la memoria y el aprendizaje, lo que alimenta la esperanza de una ayuda contra el Alzheimer. Y para terminar, un dato sorprendente: cuando se toma pimienta negra junto a la cúrcuma, la absorción de curcumina puede aumentar hasta un 2.000%.
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Qué es la leche dorada y por qué importa lo que lleva
La leche dorada se prepara añadiendo una cucharada de cúrcuma a un vaso de leche, a veces con canela y otros toques de sabor. La curcumina es la molécula que da color y gran parte de su potencia. Un artículo de la revista Foods destaca que la curcumina aporta propiedades antiinflamatorias y, además, mejora la capacidad antioxidante del organismo. En conjunto, estos efectos podrían frenar procesos de daño celular asociados al envejecimiento. La investigación sugiere que la curcumina podría disminuir el estrés oxidativo intracelular y fortalecer las defensas antioxidantes, lo que podría traducirse en una mayor longevidad y menor riesgo de enfermedades crónicas.
Cerebro, memoria y Alzheimer: la promesa de la curcumina
Un estudio brasileño, publicado en Current Neuropharmacology, concluyó: "La administración de curcumina demuestra ser eficaz para el tratamiento de la EA. Estas investigaciones ayudan a dilucidar el mecanismo de acción de la curcumina, y sugieren que parcialmente revierte los daños neurotóxicos y conductuales en animales con EA y otras líneas celulares". Además, hay indicios de que la curcumina podría proteger el hipocampo, facilitando la formación de nuevas conexiones neuronales y la plasticidad cerebral. Investigaciones en Irán señalan que la curcumina podría aumentar los niveles de BDNF, un factor que promueve el crecimiento de células cerebrales. También hay pruebas de que la curcumina podría aliviar síntomas de depresión, según estudios publicados, aunque se requieren más investigaciones.
Especias que acompañan la leche dorada: jengibre y canela
El jengibre y la canela no solo aportan sabor; varios estudios los vinculan a niveles más bajos de azúcar en la sangre. Un estudio propone que un consumo diario moderado de jengibre podría reducir la HbA1c en hasta un 10%. Además, el 6-gingerol, presente en el jengibre, ha mostrado propiedades anticancerígenas en revisiones, y la curcumina en pruebas de laboratorio ha mostrado capacidad para matar células cancerosas aisladas e inhibir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en tumores. Otros datos señalan que la curcumina podría aumentar los niveles de BDNF y contribuir a la salud cerebral, con posibles efectos positivos sobre el estado de ánimo, aunque se requieren más investigaciones.
Cómo prepararla y personalizarla en casa
Receta base: cúrcuma en leche. Tradicionalmente se usa leche de vaca, pero también puedes optar por avena, soja o leche de almendra. Para convertirla en latte, caliéntala suavemente y bátela con un batidor de mano o espumador hasta que esté cremosa; también puede servirse fría, como un iced latte, sin que disminuyan sus beneficios. Consejos de sabor y salud: añade una pizca de nuez moscada y un chorrito de miel o jarabe de arce. Un toque de pimienta negra activa la absorción de la curcumina, aumentando su biodisponibilidad hasta un 2.000%. Con muchas recetas disponibles en la red, este elixir dorado admite múltiples variaciones para adaptarse a tus gustos y necesidades nutricionales.
