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Una sola sesión de ejercicio podría frenar el cáncer: el hallazgo que podría cambiarlo todo

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Regla de oro: el ejercicio combate la obesidad, el envejecimiento y las enfermedades crónicas. Pero un estudio reciente sugiere que una sola sesión de 45 minutos, ya sea de entrenamiento de resistencia o HIIT, podría ralentizar el crecimiento de las células cancerosas. En mujeres sobrevivientes de cáncer de mama, las miocinas liberadas por el músculo aumentaron hasta un 47% justo después del ejercicio, sugiriendo un efecto anticancerígeno inmediato. Los resultados preliminares estiman que este incremento podría frenar el crecimiento de células cancerosas entre un 20% y un 30%.

Una sola sesión de ejercicio podría frenar el cáncer: el hallazgo que podría cambiarlo todo

Qué son las miocinas y por qué importan

Las miocinas son proteínas liberadas por las células musculares durante el ejercicio que envían señales al resto del cuerpo. Entre sus funciones se encuentran la regulación del metabolismo y la supresión de moléculas que causan inflamación, un motor clave en la formación de células cancerosas. El aumento de estas proteínas durante el ejercicio podría contribuir a frenar el crecimiento del cáncer entre el 20% y el 30%.

Qué son las miocinas y por qué importan

El experimento: resistencia vs HIIT, la promesa compartida

El estudio reclutó a 32 sobrevivientes de cáncer de mama, entre estadio I y III, con al menos cuatro meses desde el tratamiento. La edad promedio fue de 59 años y el IMC medio, 28. Dos grupos realizaron sesiones de 45 minutos: entrenamiento de resistencia (8 repeticiones × 5 series para los grandes grupos musculares: press de pecho, remo sentado, press de hombro, jalones, prensa de piernas, extensiones, curls y zancadas) con 1–2 minutos de descanso entre series; y HIIT (7 bloques de 30 segundos de alta intensidad en bicicleta estática, cinta, remo o cross-trainer) con descansos de 3 minutos entre bloques. “Seleccionamos dos modalidades de ejercicio distintas: resistencia y entrenamiento aeróbico, porque proporcionan beneficios fisiológicos diferentes, la resistencia mejora la fuerza muscular y el aeróbico la aptitud cardio-respiratoria para determinar cuál podría generar mayores efectos anticancerígenos”, explicó Bettariga. “Específicamente, usamos ejercicio de alta intensidad para determinar si una mayor intensidad podría Amplificar estos efectos anticancerígenos.”

El experimento: resistencia vs HIIT, la promesa compartida

Resultados en números: IL-6, decorina y crecimiento canceroso

Durante tres puntos en el tiempo (antes de entrenar, justo después y 30 minutos después), se midieron los niveles de miocinas en sangre. Tras una sesión, ambos grupos mostraron aumentos. El mayor salto fue IL-6, con un incremento del 47% en el grupo HIIT inmediatamente después del ejercicio. En el grupo de resistencia, decorina aumentó un 23% y IL-6 un 9%. Aunque los niveles de miocinas disminuyeron con el tiempo, se mantuvieron por encima de los basales. Con base en estos resultados, los autores estiman que las miocinas generadas podrían reducir el crecimiento de células cancerosas entre el 20% y el 30%. Las miocinas pueden suprimir citoquinas inflamatorias; las citoquinas altas pueden provocar inflamación crónica, dañar el ADN y aumentar el riesgo de formación de cáncer.

Resultados en números: IL-6, decorina y crecimiento canceroso

Lecciones, límites y el camino a futuro

El cáncer de mama es una de las formas más comunes entre las mujeres, afectando a 311.000 mujeres en Estados Unidos cada año y causando unas 42.000 muertes. La tasa de supervivencia global es del 92%, pero puede caer al 33% si el cáncer se disemina a otras regiones. Aunque los resultados son prometedores, el estudio tiene limitaciones: tamaño de muestra pequeño y foco en un solo tipo de cáncer. Bettariga añadió que no existían estudios con este diseño en esta población y adelantó planes para investigar estos efectos en otros tipos de cáncer y en diferentes grupos. El equipo también busca entender el papel del sistema inmunológico y estudiar programas de ejercicio regulares a largo plazo. Bettariga afirma: «Breast cancer es el cáncer más común entre las mujeres y la principal causa de muerte por cáncer en mujeres. Sorprendentemente, no se habían realizado estudios con este diseño en esta población, lo que hace que nuestros hallazgos sean altamente relevantes para millones de mujeres que viven con cáncer de mama».

Lecciones, límites y el camino a futuro