No Image x 0.00 + POST No Image

Una fibra común podría cambiar la pérdida de peso en ratones: el beta-glucano de avena y cebada redujo grasa y peso en 18 semanas, ¿podría imitar a Ozempic en humanos?

SHARE
0

En ratones alimentados con una dieta alta en grasa, el beta-glucano, una fibra que se halla en avena y cebada, redujo el peso corporal y la grasa en 18 semanas. Este hallazgo se asemeja a la acción de fármacos como Ozempic al estimular la liberación de GLP-1 para controlar el apetito, pero aún no hay evidencia en humanos. Pero no todas las fibras producen ese efecto: otras formas como dextrina de trigo, pectina, almidón resistente y celulosa no lograron disminuir el peso, pese a que sí cambiaron de forma significativa la composición del microbioma. Como señala Frank Duca, “sabemos que la fibra es importante y beneficiosa; el problema es que hay tantos tipos diferentes”. La investigación abre preguntas sobre cuál fibra podría ser más valiosa para la pérdida de peso y la regulación de la glucosa, y qué implica para la industria alimentaria.

Una fibra común podría cambiar la pérdida de peso en ratones: el beta-glucano de avena y cebada redujo grasa y peso en 18 semanas, ¿podría imitar a Ozempic en humanos?

Qué es beta-glucano y por qué podría importarte

El beta-glucano es una fibra soluble presente en la avena y la cebada. En el estudio, es fácilmente fermentada por las bacterias intestinales y fue la única fibra que incrementó la bacteria Ileibacterium. Este cambio estuvo asociado con una menor grasa y peso corporal, y con un aumento de butirato en el intestino. El butirato estimula la liberación de GLP-1, la hormona que regula el apetito y la glucosa. El investigador Frank Duca dice: “Parte de los beneficios de la fibra provienen de la liberación de GLP-1 y otros péptidos intestinales que regulan el apetito y el peso”; pero añade que podría haber otros efectos beneficiosos, como mejorar la barrera intestinal y el hígado.

Qué es beta-glucano y por qué podría importarte

El experimento en ratones: qué midieron y qué encontraron

El equipo probó varias formas de fibra en una cohorte de ratones alimentados con una dieta alta en grasa. Solo el beta-glucano redujo el peso y la grasa corporal, y lo hizo antes de las 10 semanas. Las otras fibras —dextrina de trigo, pectina, almidón resistente y celulosa— no redujeron el peso, aunque cambiaron significativamente el microbioma. El beta-glucano aumentó la presencia de Ileibacterium y elevó el butirato en el intestino; el butirato induce la liberación de GLP-1, un péptido que regula el apetito y la glucosa.

El experimento en ratones: qué midieron y qué encontraron

¿Qué significa esto para las personas?

Aunque los resultados son alentadores, no se pueden extrapolar directamente a las personas. Los autores dicen que parte de los beneficios provienen de la liberación de GLP-1 y otros péptidos que regulan el apetito y el peso, pero también sospechan efectos no relacionados con péptidos, como la mejora de la barrera intestinal y el hígado. Se necesitan ensayos en humanos para confirmar si la beta-glucano puede ayudar en la pérdida de peso y el control de la glucosa. El estudio, publicado en Journal of Nutrition, sugiere que la elección de fibra podría orientar recomendaciones para consumidores e industria, pero aún falta evidencia en humanos.

¿Qué significa esto para las personas?

Qué hacer ahora: recomendaciones para consumidores e industria

La investigación subraya que la fibra no es un único remedio: algunas variedades podrían ser más útiles para la pérdida de peso y la regulación de la glucosa. Además del GLP-1, el butirato podría mejorar la barrera intestinal y afectar otros órganos, como el hígado. Con sólo una parte de la población alcanzando la ingesta recomendada de fibra, hay margen para educación y reformulación de productos. Por ahora, los expertos piden cautela: la evidencia en humanos aún no está y la ciencia está en desarrollo.

Qué hacer ahora: recomendaciones para consumidores e industria