Un visitante interestelar acelera hacia la Tierra y la NASA no puede explicar el misterioso impulso que desafía la gravedad
El visitante interestelar que atraviesa nuestro sistema solar continúa sorprendiendo a la comunidad científica. Tras acercarse al Sol, 3I/ATLAS parece haber recibido un impulso adicional que lo desvía de la trayectoria prevista y lo dirige hacia la Tierra. La NASA ha confirmado un pequeño 'impulso' que no puede explicarse por la gravedad solar. El Sol contiene casi toda la masa del sistema solar, lo que significa que su gravedad mantiene a los planetas en movimientos predecibles; sin embargo, estas nuevas maniobras de 3I/ATLAS parecen desafiar las leyes de la gravedad que conocemos. Muchos científicos afirman que es un cometa, y la roca espacial más rápida detectada al entrar en el sistema solar, con una velocidad superior a 209 000 km/h. Después de alcanzar su perihelio el 29 de octubre, su velocidad se elevó a aproximadamente 244 000 km/h. Aunque la NASA atribuye el impulso principalmente a la gravedad solar, los científicos aún se preguntan qué provocó que 3I/ATLAS se desviara notablemente de nuestra estrella. Si fuera un cometa común, el calor del Sol derretiría el hielo y expulsaría jets de gas; sin embargo, el físico Avi Loeb ha señalado que aún no hay pruebas de que 3I/ATLAS haya liberado suficiente gas para demostrar que es un cometa.
La velocidad récord del visitante: de más de 209 000 km/h a aproximadamente 244 000 km/h tras el perihelio
3I/ATLAS, que muchos científicos afirman es un cometa, rompió un récord como la roca espacial más rápida que ha entrado al sistema solar, con una velocidad superior a 209 000 km/h. Después de alcanzar su perihelio el 29 de octubre, su velocidad se elevó a aproximadamente 244 000 km/h. Aunque la NASA cree que la gravedad del Sol es la principal responsable de ese impulso, los científicos encuentran más difícil explicar qué hizo que 3I/ATLAS se desvió notablemente de nuestra estrella. Si fuera un cometa ordinario, el calor del Sol haría derretir el hielo y expulsar jets de gas que podrían empujar al cometa en una dirección distinta. Sin embargo, el físico de Harvard Avi Loeb ha revelado que los astrónomos siguen esperando evidencia de que 3I/ATLAS haya liberado suficiente gas para probar que el objeto es realmente un cometa.
¿Es de origen extraterrestre? Anomalías, color azul y teorías sobre una posible tecnología alienígena
El debate sobre su origen continúa mientras la NASA continúa recopilando datos. Las lecturas más recientes mostraron que el empuje misterioso se debilitó en los días posteriores al perihelio de 3I/ATLAS, pero siguió siendo detectable y no estaba relacionado con la gravedad de la estrella. Para un objeto natural que realizara esta maniobra tan extraña, los científicos estiman que 3I/ATLAS habría tenido que perder al menos un 13% de su masa total a medida que se acercaba al Sol. Esa sería la única forma en que una cantidad suficiente de la roca se habría transformado en gas para expulsarla como si fuera un motor de una nave espacial. Si esto hubiera ocurrido cuando 3I/ATLAS se ocultaba en la 'cámara ciega' del Sol desde nuestra vista en la Tierra, se habría formado una enorme nube de polvo y gas alrededor de la roca. En diciembre, el James Webb Space Telescope buscará esa nube alrededor de 3I/ATLAS. Sin embargo, Loeb ha señalado que 3I/ATLAS mostró poca evidencia de perder masa al acercarse al Sol el mes pasado. «Si 3I/ATLAS no está envuelto en una nube de gas mucho más masiva después del perihelio de la que tenía en los meses anteriores al perihelio, entonces su reciente aceleración no gravitacional debe haber resultado de una causa diferente a la evaporación cometaria», dijo Loeb el miércoles. El supuesto cometa, 3I/ATLAS, misteriosamente se volvió azul al acercarse al Sol el 29 de octubre, a diferencia de los cometas normales que se vuelven rojos. Loeb añadió que hay ahora 10 anomalías extrañas que la ciencia no puede explicar completamente en lo que respecta al viaje del visitante interestelar a través del sistema solar. Las últimas rarezas que apuntan a que el objeto podría ser una nave extraterrestre de algún tipo se manifestaron cuando 3I/ATLAS se acercó a nuestro Sol. A diferencia de un cometa típico, que habría cambiado de color a rojo, 3I/ATLAS comenzó a brillar más de lo normal y también se volvió azul. Eso fue cuando su curso se desplazó fuera del control de la gravedad, lo cual la NASA ha confirmado por primera vez este martes. Además, es increíblemente masivo, pesando aproximadamente 33 mil millones de toneladas métricas, lo cual Loeb dice que no tiene sentido porque no hay suficiente material rocoso en el espacio interestelar para haber creado tal estructura de forma natural. Aunque otros científicos han concluido que el objeto masivo se formó en un sistema solar lejano al otro lado de la Vía Láctea, su extraño material químico sigue generando preguntas serias sobre su origen. A diferencia de los cometas formados en nuestro sistema solar, que están formados principalmente por hielo y agua, los escaneos han mostrado que 3I/ATLAS es una extraña mezcla de níquel y dióxido de carbono. Loeb ha teorizado que 3I/ATLAS podría ser una 'nave nodriza' impulsada por energía nuclear, lo que explicaría por qué podría volverse increíblemente brillante si estuviera generando su propia luz. Además, su cubierta de níquel, que originalmente volvía verde al objeto, podría ser una señal de una inteligencia alienígena que utiliza este metal valioso como recubrimiento protector contra el calor extremo al acercarse a nuestro Sol, al igual que los humanos protegen sondas espaciales hechas por el ser humano.