Perder 50 kg en 3 meses para ganar un Porsche: el reto extremo de un gimnasio chino
Un gimnasio en Binzhou, provincia de Shandong, lanzó un desafío de pérdida de peso que promete un Porsche Panamera como premio para quien logre perder 50 kg en tres meses. La cuota de inscripción es de 10,000 yuan (aproximadamente US$1,400) e incluye comidas y alojamiento en un entorno de entrenamiento cerrado con habitaciones compartidas. El coche en juego es un Porsche Panamera de 2020, propiedad del dueño del gimnasio, y su valor oficial en China es de alrededor de 1,1 millones de yuanes. La promoción ha encendido un debate sobre salud, ética y marketing extremo en la industria del fitness.
La promesa, las cifras y la participación
La iniciativa se anunció en línea el 23 de octubre desde una instalación de fitness en Binzhou y rápidamente captó la atención en redes. El cartel promocional promete un Porsche Panamera como premio para quien logre perder 50 kg en tres meses. El entrenador Wang, citado por Xiang Yang Video, afirma que el reto es real y ya está en marcha: la inscripción se cerrará cuando alcancemos 30 participantes. Hasta ahora, alrededor de siete u ocho personas se han inscrito. La cuota de inscripción de 10,000 yuan cubre comidas y alojamiento en un entorno de entrenamiento completamente cerrado, con habitaciones compartidas. Detalles del plan de entrenamiento, la dieta y los criterios de éxito no se han divulgado. El Porsche ofrecido pertenece al dueño del gimnasio y es un coche usado de 2020, no un modelo nuevo.
¿A qué costo para la salud? El debate entre impulso, seguridad y peligro
Expertos en salud advierten sobre los riesgos de una pérdida de peso tan extrema en un periodo tan corto. No se han divulgado planes de dieta ni entrenamiento, ni los criterios de éxito, lo que aumenta la preocupación por la seguridad de los participantes. La promoción ha generado preguntas sobre la ética y la responsabilidad de un negocio que ofrece un premio de lujo a cambio de resultados de salud, así como sobre la seguridad de un programa de entrenamiento cerrado para este tipo de reto. Este caso invita a reflexionar sobre la delgada línea entre aspiración y explotación en la industria del fitness, y sobre qué responsabilidad tienen los gimnasios al promover concursos que prometen ganancias materiales a costa de la salud.
