Órganos cultivados dentro de tu cerdo personal y un pene hecho con un dedo: así podría volverse reemplazable cada parte de tu cuerpo
Del piloto de The Six Million Dollar Man a la realidad de hoy, la promesa de reconstruir partes del cuerpo ya no es ficción. "Podemos reconstruirlo", decía un narrador optimista. "Mejor de lo que era antes. Mejor. Más fuerte. Más rápido". En ese primer relato, Steve Austin se levanta tras la caída; hoy, la biología está intentando acercarse a ese guion. La ciencia conversa cada vez más sobre regeneración: órganos cultivados a partir de nuestras propias células o de células animales, y la posibilidad de bioimprimir componentes del cuerpo en la próxima década. Yo he explorado este mundo para mi libro Replaceable You y aquí están los hallazgos más sorprendentes.
In This Article:
- El cerdo personal y el xenotrasplante: ¿podrían tus órganos venir de un cerdo editado?
- Cómo funciona la idea del cerdo humano: CRISPR, blastocisto y células humanas
- Del dedo al pene y otros hitos de la medicina regenerativa
- El futuro con iPS y bancos de células: ¿estamos listos para reemplazar partes de nosotros mismos?
El cerdo personal y el xenotrasplante: ¿podrían tus órganos venir de un cerdo editado?
El progreso inmediato se llama xenotrasplante: órganos de cerdo genéticamente editados que se trasplantan a pacientes con órganos fallando, ganando tiempo hasta que un órgano humano esté disponible. En marzo de 2024, un riñón de cerdo editado genéticamente se implantó en un paciente en el Massachusetts General Hospital; un segundo trasplante siguió al mes. Ambos pacientes sobrevivieron alrededor de siete semanas, pero ese tiempo no fue suficiente para permitir un nuevo órgano humano. La idea de un “cerdo personal” —un cerdo con genes ajustados para parecerse a ti, con piel, riñón e incluso corazón listos para usar— ya se menciona entre especialistas como un objetivo a futuro. El concepto de quimera, usar al cerdo para crecer un órgano humano, parece sacado de la ciencia ficción; hoy ya es objeto de laboratorios y debates éticos.
Cómo funciona la idea del cerdo humano: CRISPR, blastocisto y células humanas
Para intentar crear un órgano humano dentro de un cerdo, los científicos combinan ingeniería genética y biología de células. El proceso, a grandes rasgos, es así: - Empiezas con un blastocisto de cerdo, la primera etapa del embrión. Mediante CRISPR se apagan ciertos genes para impedir que el cerdo desarrolle, por ejemplo, un riñón. Esto deja un hueco de desarrollo. - A continuación se introducen células madre pluripotentes humanas. Estas células tienen el potencial de convertirse en cualquier tipo de tejido y, si todo va bien, crecerían para formar un órgano humano dentro del cerdo. - Idealmente, las células provendrían del propio receptor para evitar el rechazo; además, el órgano podría integrarse de modo que el sistema inmune del cerdo no lo rechace, pues el órgano sería parte del cerdo durante su desarrollo. Sin embargo, ¿podrían los cerdos funcionar con órganos humanos? Según Dengke Pan, fundador de ClonOrgan, aún estamos en la etapa de laboratorio.
Del dedo al pene y otros hitos de la medicina regenerativa
Más allá de los órganos, la reparación y la sustitución de piezas corporales ya muestra sorprendentes avances. En Georgia, el cirujano Iva Kuzanov reconstructó un pene amputado por cáncer utilizando el dedo medio del propio paciente. La piel del antebrazo recubre la nueva estructura y la rigidez proviene del dedo donante. Se conectan la uretra, los nervios y la sangre; las fotos muestran que la mayor parte del pene había sido removida y la operación devolvió funciones básicas. El paciente tenía 60 años y su esposa, 30; la pareja indicó que ella quedó muy contenta con el resultado. Aunque se cuestiona si hay sensaciones eróticas plenas, estudios señalan que, con el tiempo, pueden desarrollarse zonas erógenas y que las orgasmos pueden acercarse a la intensidad normal. Otra historia es la de Judy Berna, de Colorado, quien pidió hacerse la amputación de su pie para librarse de una extremidad dolorosa y mal formada por la espina bífida. Ahora usa prótesis con piezas adaptadas para escalada, surf y otros deportes; hay accesorios para agarre de palos de batería, de violín, de pesca y más. En el ámbito de la impresión 3D de tejidos, ya se ha avanzado en una oreja biopruducida y se están imprimiendo músculos cardíacos. En Feinberg, profesor de ingeniería biomédica, se ha logrado imprimir músculos deltoides con células vivas y proteínas que permiten su función. Se sabe que las células cardíacas deben organizarse en una estructura helicoidal para latir coordinadamente; la impresora 3D intenta replicar ese entramado para crear corazones que bombeen de forma estable. Pero, ¿cuándo se podrán implantar órganos completamente bioprotésicos? Los expertos dicen que podría ser una década o más. Mientras tanto, en la unidad de quemados del Mass General, ya se emplea la queratina de la piel autóloga para injertos, y se estudian xenoinjertos como piel de bacalao para disminuir la inflamación y acelerar la curación. Aun así, la diferencia entre quemaduras de segundo y tercero grado es enorme, y cada avance debe evaluarse con rigor.
El futuro con iPS y bancos de células: ¿estamos listos para reemplazar partes de nosotros mismos?
Una de las promesas más potentes es la posibilidad de crear nuevas células sanas desde cero gracias a las células madre pluripotentes inducidas, o iPS. En 2006, Shinya Yamanaka demostró que las células adultas pueden reprogramarse a un estado pluripotente. Desde entonces, los investigadores han logrado dirigir estas células para que se conviertan en varios tipos de células, como células de retina, de páncreas o de corazón, con ensayos clínicos en curso para tratar diabetes, insuficiencia cardíaca e incluso tratar la pérdida de cabello. El Dr. Kevin D’Amour, director científico de Stemson Therapeutics, apunta que esto no significa que se vayan a imprimir órganos enteros de inmediato. Pero sí vislumbra un futuro en el que se puedan crear iPS del propio paciente, almacenarlas como quien guarda un espermatozoide o un óvulo, y utilizarlas cuando haga falta. En resumen, estamos ante una era en la que las piezas de nosotros mismos pueden leerse, reescribirse y conservarse para su uso futuro. El libro Replaceable You explora estas ideas, mientras la sociedad valora los beneficios y evalúa los riesgos y la regulación necesarias para avanzar.