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Nada se puede hacer para salvar mi casa de un millón de libras de caer al mar: la viuda de 88 años podría vivir en una tienda de campaña

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Jean Flick, 88 años, ha vivido 25 años en su casa frente al mar en Thorpeness, Suffolk, aferrándose a la esperanza de quedarse mientras sea seguro. Le han dicho que si el borde del acantilado se acerca a menos de cinco metros de su vivienda de cuatro dormitorios, la propiedad deberá ser demolida. "Estoy esperando con la esperanza de que no haya mareas altas", explicó. "Tuvimos una tormenta terrible la otra noche, pero seguimos en pie".

Nada se puede hacer para salvar mi casa de un millón de libras de caer al mar: la viuda de 88 años podría vivir en una tienda de campaña

La erosión avanza y podría forzar la demolición de una vivienda histórica

La casa se asienta sobre un acantilado en Thorpeness, a unas dos millas al sur de Sizewell, donde se está construyendo una nueva central nuclear. La vivienda fue erigida en 1928 y originalmente tenía cinco dormitorios; ahora son cuatro tras convertir uno en una sala de estar con vistas al mar. Otra casa de la misma calle fue demolida en 2022; Flick esperaba que se pudieran colocar defensas al pie del acantilado para frenar la erosión, pero este viernes le dijeron que no se haría nada. "Es un caso de esperar y ver; esperemos que las mareas no sean altas y lo reconsiderarán en el año que viene".

La erosión avanza y podría forzar la demolición de una vivienda histórica

Impedimentos para construir defensas: la maquinaria no puede llegar a la base

Según las autoridades, la maquinaria necesaria para instalar defensas costeras no puede acceder a la base del acantilado. "La maquinaria pesada podría dañar la tierra", explican, por lo que Flick afirma que "básicamente estamos solos y debemos esperar lo inevitable". El año pasado, la tormenta Storm Babet dejó los acantilados aún más fracturados y vulnerables.

Impedimentos para construir defensas: la maquinaria no puede llegar a la base

Un futuro incierto: vivir en una caravana o tienda, si la erosión no cede

Flick está decidida a quedarse mientras sea seguro. "Sí, eso es lo que espero", dice. Si llega el momento, podría vivir en una caravana o una tienda en la zona común. El plan de gestión de la costa, desarrollado por la Environment Agency y la autoridad local, se llama gestión de realineación: medidas que ralentizan la erosión, pero no la detienen. La casa de 1928, que originalmente tenía cinco dormitorios y ahora son cuatro tras convertir uno en sala de estar, está a unas dos millas al sur de Sizewell, donde se está construyendo una planta nuclear. Storm Babet en 2023 devastó los acantilados y la erosión continúa sin una solución clara.

Un futuro incierto: vivir en una caravana o tienda, si la erosión no cede