Miel con sabor a adrenalina: apicultores extremos de China arriesgan la vida para salvar una especie al borde de la extinción
Imagina una pared vertical de roca de 1.200 metros, con 700 cajas de madera pegadas como nidos de vencejos. No es cine: es un refugio único para las abejas silvestres en el Parque Nacional Shennongjia, en la provincia de Hubei. Aquí, lejos de la civilización, se libra la auténtica lucha por la supervivencia de toda una especie, y las personas pasan de ser destructoras a guardianes del equilibrio de la naturaleza.
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La muralla de las colmenas: subir 1.200 metros para proteger a las abejas
La muralla de las colmenas se erige en un acantilado, donde la única vía para alcanzar la cima es escalar usando las cajas bajas como peldaños y sujetarse a una cuerda en la cumbre. Subir a la pared se ha convertido en un deporte extremo. El ascenso se realiza de madrugada, cuando la mayoría de las abejas aún no han salido de las colmenas. Los apicultores suelen vestir protección mínima, a veces solo una malla para la cara. Según los lugareños, las abejas chinas son menos agresivas que las europeas y rara vez pican sin motivo.
La extinción en marcha: la abeja china frente a la abeja europea
China suministra casi la mitad de la miel mundial, pero más del 80% de las poblaciones de abejas silvestres locales ya desaparecieron. El principal responsable, señalan los científicos, es Apis mellifera, la abeja melífera europea, introducida en el país. Su llegada trajo nuevas enfermedades y perturbó los rituales de apareamiento de las abejas chinas. Aunque la abeja china es más pequeña y produce menos miel, está mejor adaptada al clima local y puede polinizar plantas inaccesibles para la europea. Su pérdida significaría un golpe a la biodiversidad y a los ecosistemas de la región.
Ciencia en acción: banco genético y posibilidades de hibridación
El proyecto no se limita a colocar colmenas. Investigadores de varias universidades estudian el comportamiento, la genética y la adaptación de estas abejas. «Hemos creado un banco genético de abejas chinas», afirma el profesor Wang; «esto nos permitirá restaurar la población incluso si desaparece en la naturaleza». También exploran la posibilidad de hibridación entre abejas chinas y europeas para crear una nueva especie que combine lo mejor de ambos.
Lecciones de coraje y un futuro incierto
Al mirar a estos apicultores trepando por la pared para salvar una especie en peligro, entendemos que la conservación requiere valor, perseverancia y respeto por las tradiciones. En un mundo donde la biodiversidad se reduce, estos proyectos son faros de esperanza y demuestran que la humanidad puede reconstruir el equilibrio dañado. Si quieres conocer más rincones del planeta y las tradiciones de sus pueblos, suscríbete a nuestro canal para historias reales y no ficticias. Y si deseas apoyar nuestro trabajo, puedes hacerlo mediante un enlace especial.