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Los cárteles emplean a mujeres más crueles que cualquier hombre para aniquilar a sus rivales

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Los cárteles de droga están reclutando a mujeres para reforzar sus fuerzas, en una campaña escalofriante para eliminar rivales y controlar el narcotráfico. Una de las figuras más infames es Juana N, más conocida por su alias La Peque, que ascendió desde orígenes desesperados hasta un papel de seguridad dentro del cártel Los Zetas en México. Nacida en el estado de Hidalgo, Juana se convirtió en madre a los 15 años y le resultó difícil mantener a su hijo. Con pocas alternativas y una pobreza creciente, recurrió al trabajo sexual, un camino que finalmente la condujo al mundo del crimen organizado. Fue reclutada por Los Zetas, inicialmente como informante. Se le atribuye haber participado en decapitaciones, mutilaciones y actos de violencia extrema mientras trabajaba para el cártel. Recordó horas dedicadas a labores de vigilancia, observando las carreteras en busca de actividad policial o militar, y si fallaba en sus deberes, enfrentaba castigos con confinamiento y comida escasa, según Mirror. En una entrevista en una celda de prisión, afirmó sorprendentemente haberse bañado en la sangre de sus víctimas, haber bebido la sangre mientras aún estaba tibia y haber tenido actos sexuales con los cadáveres. Actualmente aguarda sentencia por sus crímenes atroces. TikTok star accused of running over pedestrian while livestreaming begs public for donations Betty Boop turns bloodthirsty in twisted new horror with gruesome scenes galore Ella recordó horas dedicadas a tareas de vigilancia, observando las carreteras para detectar actividad policial o militar, y si fallaba en sus deberes, enfrentaba castigos con confinamiento y comida escasa, según Mirror. Put your skills to the test. Ya sea que te gusten los juegos de palabras, crucigramas crípticos, Sudoku u otros acertijos mentales, encontrarás un nuevo favorito hoy.

Los cárteles emplean a mujeres más crueles que cualquier hombre para aniquilar a sus rivales

Juana N alias La Peque: ascenso brutal en Los Zetas

Juana N, alias La Peque, ascendió de orígenes desesperados a un puesto de seguridad dentro del cártel Los Zetas en México. Ella nació en el estado de Hidalgo, se convirtió en madre a los 15 años y le fue difícil mantener a su hijo. Con pocas alternativas y una pobreza creciente, recurrió al trabajo sexual, un camino que la condujo al submundo del crimen organizado. Fue reclutada por Los Zetas, inicialmente como informante. Se le atribuye haber participado en decapitaciones, mutilaciones y otros actos de violencia extrema mientras trabajaba para el cártel. Recordó horas dedicadas a tareas de vigilancia, observando las carreteras en busca de actividad policial o militar, y si fallaba en sus deberes, enfrentaba castigos con confinamiento y comida escasa, según Mirror. En una entrevista en una celda de prisión, afirmó sorprendentemente haberse bañado en la sangre de sus víctimas, haber bebido la sangre mientras aún estaba tibia y haber tenido actos sexuales con los cadáveres. Actualmente aguarda sentencia por sus crímenes atroces.

Juana N alias La Peque: ascenso brutal en Los Zetas

Claudia Ochoa Félix: la Kim Kardashian del crimen organizado y Los Antrax

Claudia Ochoa Félix, etiquetada como la 'Kim Kardashian de la delincuencia organizada', estuvo vinculada al célebre Cártel de Sinaloa y supuestamente trabajó para su banda de seguridad, Los Antrax. La modelo lucía junto a AK-47 rosas, coches caros y fajos de billetes en sus redes sociales. Se decía que estaba casada con José Gamboa, otro narcotraficante que comandaba Los Antrax antes de su encarcelamiento. Tras su detención, Félix presumiblemente tomó las riendas de la unidad de asesinatos letales. Los miembros del grupo suelen lucir anillos de calavera con diamantes incrustados y han cometido actos brutales para afianzar el dominio de la organización. En 2011, la banda enfrentó a fuerzas militares mexicanas en el sur de Culiacán y halló tres víctimas de secuestro en un escondite vecino; una de las víctimas había sufrido mutilaciones en los dedos de los pies y en las orejas. Después del asesinato del antiguo jefe de Los Antrax, Francisco Arce Rubio, la banda ejecutó 20 asesinatos en todo el estado de Sinaloa. Tres cadáveres fueron encontrados colgados de un puente en Guamúchil; una víctima había sido torturada y tenía una herida enorme en el abdomen. Las otras dos víctimas fueron almacenadas en un congelador antes de ser eliminadas. En 2019, Félix fue encontrada asfixiada en una residencia de la ciudad de Culiacán tras beber alcohol y presumiblemente consumir otras sustancias. Su muerte generó conjeturas: algunos creen que fue por una sobredosis, otros que fue venganza de los cárteles.

Claudia Ochoa Félix: la Kim Kardashian del crimen organizado y Los Antrax

La Catrina: CJNG y el reinado de María Guadalupe López Esquivel

María Guadalupe López Esquivel, apodada 'La Catrina', emergió como una de las asesinas femeninas más infames y temidas del CJNG. Supervisaba a un equipo de asesinos, facilitaba emboscadas contra bandas rivales y orquestaba ataques contra objetivos policiales. En 2019, este grupo masacró a un grupo de policías que viajaba por Michoacán, dejando 13 muertos y carteles con las iniciales del cartel. La Catrina frecuentemente mostraba etiquetas de diseñador, coches de lujo, armas bañadas en oro y posaba junto a guardaespaldas armados en redes sociales. Su reinado implacable se vio truncado durante un tiroteo con fuerzas federales y estatales de seguridad cerca de la Ciudad de México en 2020. Recibió una herida de bala en el cuello y murió poco después de ser trasladada en helicóptero a un hospital militar. Las imágenes de la cámara corporal de uno de los soldados captaron a la joven de 21 años luchando por la respiración tras la herida en la garganta. El soldado le dijo: "Tranquilízate, chico. El helicóptero viene por ti. Viene ahora, tranquilo, tranquilo, vas a estar bien. Intenta aferrarte". Trágicamente, murió en el helicóptero minutos antes de poder aterrizar en un hospital militar.

La Catrina: CJNG y el reinado de María Guadalupe López Esquivel

Conclusión: una realidad que desdibuja el límite entre género y violencia narco

El fenómeno descrito revela un rostro incómodo de la violencia: mujeres que, dentro de los cárteles, asumen roles de alto riesgo para expandir el control, a menudo abrazando una brutalidad que atrae menos la atención pública. A medida que se revelan estos casos, surge una pregunta perturbadora sobre la utilización de la violencia de género como estrategia de poder en el crimen organizado.

Conclusión: una realidad que desdibuja el límite entre género y violencia narco