Las redes sociales están pudriendo el cerebro de los niños — y están dañando especialmente su memoria y su vocabulario: un estudio
Una investigación reciente de UC San Francisco sugiere que las redes sociales no son solo distracciones; podrían estar afectando de forma real el desarrollo cognitivo de los más jóvenes. En el estudio, más de 6,000 niños de 9 a 11 años mostraron que cuanto más tiempo pasan en estas apps, peor rinden en pruebas de lectura, vocabulario y memoria. Y la caída es mayor cuanto más se desplazan por las plataformas, en una dinámica que preocupa a padres y educadores.
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El ABCD Study y los tres hábitos de uso que separan a los niños
El estudio Adolescent Brain Cognitive Development (ABCD) rastrea múltiples factores para comprender el desarrollo infantil. Los investigadores siguieron a niños de 9 a 11 años y los dividieron en tres grupos según la evolución de su uso de redes: 1) poco o ningún uso; 2) alrededor de una hora al día a los 13 años; 3) tres o más horas al día a los 13 años. A cada grupo se le realizaron pruebas cognitivas al inicio y a principios de la adolescencia, para medir lectura, vocabulario y memoria.
Resultados sorprendentes: la hora diaria no es “segura” y el exceso es peor
Los resultados muestran que quienes pasaban aproximadamente una hora diaria en redes sociales obtuvieron entre 1 y 2 puntos menos en lectura y memoria, frente a quienes no usaban las redes. Aquellos que se conectaban tres o más horas al día llegaron a perder hasta 5 puntos. Curiosamente, tanto el uso bajo como el alto se asociaron con un rendimiento académico inferior, según explicó el investigador involucrado en la discusión de los resultados.
¿Por qué sucede y qué recomiendan los expertos?
El doctor Sanjeev Kothare, director de neurología pediátrica, explicó que las redes sociales son más “activas” que otros tipos de pantalla, lo que exige más atención y puede dejar menos recursos para el rendimiento escolar. También podría haber dos causas: usar redes durante la clase o quedarse despierto tarde. “Es interesante notar que tanto la población de bajo uso como la de alto uso presentaron este rendimiento académico deficiente”, afirmó. Además, el estudio se suma a la advertencia de la Surgeon General de 2023 sobre posibles impactos en áreas del cerebro relacionadas con la emoción, el control de impulsos y el comportamiento social, aumentando el riesgo de depresión, ansiedad y baja autoestima.
Qué hacer en casa y en la escuela: límites y refuerzo positivo
Las autoridades escolares ya están tomando medidas. Nueva York lanzó recientemente una prohibición estatal de smartphones de bell-to-bell para K-12, una política que algunos líderes describen como “lo mejor que ha pasado para las escuelas y para los estudiantes.” A nivel familiar, expertos como Kothare recomiendan limitar el uso fuera del horario escolar y usar refuerzo positivo para incentivar a los niños a reducir su tiempo en redes: recompensas de fin de semana, tiempo extra para deportes o una comida favorita.