La sopa de calabaza más simple que te abraza: la versión cremosa que todos quieren probar
Este es el camino más sencillo para una sopa-puré de calabaza, y aun así admite trucos que la vuelven más cremosa y reconfortante. Hay variantes para todos los gustos: asadas, hervidas, con patatas, con calabacines, o con un toque de queso crema para una suavidad extra. Si quieres un sabor más intenso y dulce, usa una calabaza alargada tipo butternut en lugar de la redonda: se cocina más rápido y su dulzura natural ya se nota al hervir.
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Selección y preparación de la calabaza: dos rutas de cocción
Comienza limpiando la calabaza, retira las semillas y córtala en trozos de tamaño razonable para que se cuezan de manera uniforme. Existen dos métodos: asarla en el horno o hervirla en una olla. El horneado ofrece más sabor, pero implica más trabajo, como limpiar la bandeja. Para asarla: en una bandeja untada con un poco de aceite, reparte los trozos de calabaza, espolvorea con una pizca de sal y rocía con un poco de aceite. Hornea a 180°C durante unos 30 minutos. Nota: la calabaza tipo butternut se cocina más rápido que la redonda, así que vigílala con un tenedor. Si prefieres evitar el horno: pon los trozos en una olla junto con zanahoria y patata ya peladas, cúbrelos con agua y deja hervir hasta que estén tiernos.
Mezcla y textura: de verduras al puré cremoso
En una sartén con mantequilla, sofríe cebolla y ajo picados. No dejes que se doren demasiado; los bordes oscuros no son deseados. Cuando las verduras estén cocidas, cuela el caldo y reserva. Pasa las verduras por la batidora y añade la cebolla y el ajo sofritos. Ve incorporando la crema poco a poco. Si la mezcla queda más puré que sopa, añade más caldo y mezcla bien hasta lograr la textura deseada. Regresa la olla al fuego y caliéntala hasta que hierva suavemente. Si quieres, añade queso crema para mayor cremosidad y mezcla hasta que se integre. Sazona al gusto con sal, pimienta negra y un toque de pimentón ahumado.
Toques finales y presentación
Para servir, reparte la sopa en tazones y acompáñala con crutones, semillas de calabaza y perejil picado. Esto aporta color y textura. Algunas personas prueban con trocitos de bacon frito para un contraste salado muy agradable. Si prefieres, añade un chorrito extra de crema o más especias para adaptar el sabor a tu gusto.
Cierre y llamado a la acción
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