La paradoja de Fermi: la galaxia podría estar llena de civilizaciones y aún así no vemos señales
La paradoja de Fermi plantea una pregunta desconcertante: si el universo es tan vasto y está lleno de estrellas, ¿por qué no vemos señales claras de vida inteligente? Aunque el objeto interestelar más reciente que visitó nuestro sistema no fuese una nave nodriza alienígena, seguimos sin pruebas de vida inteligente ni de civilizaciones que nos observen desde otras estrellas. En las conversaciones públicas, han surgido ideas como la hipótesis del zoológico, mundos vulnerables o el bosque oscuro. Pero una visión más reciente propone que la verdad podría ser más mundana de lo que pensamos.
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La paradoja de Fermi y las respuestas más conocidas
Entre las propuestas más citadas se encuentra la hipótesis del zoológico: civilizaciones avanzadas conocen nuestra existencia pero deciden dejarnos evolucionar sin intervención. La hipótesis de mundos vulnerables sugiere que existe una tecnología peligrosa que, una y otra vez, destruye a las civilizaciones avanzadas. Por último, la idea del bosque oscuro propone que hay muchísimas civilizaciones, pero se mantienen en silencio para no ser aniquiladas por otras más poderosas. Estas ideas han alimentado décadas de debate, pero la pregunta persiste: si existen, ¿por qué no las vemos?
La propuesta de Robin Corbet: mundanidad radical
En un artículo aún no revisado por pares, la astrofísica Robin Corbet propone una visión de ‘mundanidad radical’ que descarta estas explicaciones como ciencia ficción. Según su parecer, la Vía Láctea alberga una cantidad modesta de civilizaciones; son solo ligeramente más avanzadas que nosotros y se enfrentan a las mismas limitaciones para buscar otros seres. “La idea es que son más avanzados, pero no mucho más avanzados. Es como tener un iPhone 42 en lugar de un iPhone 17”, dijo Corbet. “Esto se siente más posible, más natural, porque no propone nada extremo.” Con este marco, no veríamos megastructuras visibles ni señales de tecnología contundente; si pueden viajar entre estrellas, lo harían de manera lenta y costosa.
Reacciones y debates: ¿estamos ante un sesgo humano o hay otra explicación?
Michael Garrett, director del Jodrell Bank Centre for Astrophysics, recibió la idea con interés, pero con reservas. Le gustó la “nueva perspectiva”, aunque duda de que sea la explicación final. “Proyecta una apatía muy humana en el resto del cosmos. Me cuesta creer que toda inteligencia sea tan uniformemente insípida,” dijo Garrett a The Guardian. Garrett ofrece una visión diametralmente distinta en su propio estudio: civilizaciones posbiológicas avanzarían tan rápido que serían invisibles para nosotros. La conversación continúa: la naturaleza siempre podría traernos sorpresas, y la ciencia sigue buscando respuestas entre las estrellas.