La luna como medicina: una madre apuesta por lunacepción para quedarse embarazada sin fármacos
Gabi Metz hizo lo que muchas mujeres hacen cuando se están preparando para formar una familia: dejó de tomar su anticonceptivo y esperó a que volviera su periodo. Pero el periodo nunca regresó. Con la ausencia de regla, miró hacia la luna. "Si la luna puede controlar los océanos, ¿por qué no podría afectar a mi cuerpo?" dijo a Kidspot. La historia dio un giro cuando la ausencia de la menstruación la empujó a buscar respuestas fuera del camino médico tradicional, desatando una curiosidad que cambiaría su historia.
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La causa: un tumor que descontrola toda la hormonal
Durante un chequeo, Gabi descubrió una anomalía: al apretar, salía leche de uno de sus pechos, aunque nunca había sido madre. Fue diagnosticada con un prolactinoma, un tumor benigno en la glándula pituitaria que provoca una sobreproducción de prolactina y desajusta todo su sistema hormonal. Ese exceso de prolactina detuvo sus periodos y complicó cualquier plan de embarazo sin tratamiento. Los médicos le dijeron que la única forma de quedarse embarazada y recuperar la menstruación era tomar medicación. La primera medicación le hizo sentir mal: somnolencia y malestar.
La decisión radical: lunacepción y oscuridad controlada
Para el segundo embarazo, decidió no tomar medicación. Dijo: "Watch me. Just watch me, girl. I’m going to do this my way." Encuentra un artículo de blog que habla de lunacepción para regular el periodo y volver a tenerlo, sincronizando el ciclo con la luna. La autora explica: "Si quieres regular tu periodo, si quieres volver a tenerlo, tienes que hacer algo llamado lunacepción". El método propone dormir en oscuridad total y, durante dos noches al mes, dormir con las cortinas abiertas para sincronizar el ciclo con la luna. También eliminó luces artificiales y tomó suplementos para equilibrar el desequilibrio hormonal causado por el tumor.
El regreso de la menstruación y un embarazo natural
Cuatro meses después, Gabi recuerda haber pensado: “Wow, se siente como dolor de periodo” y entonces llegó su periodo. Con el regreso de la regla, quedó embarazada de su segundo hijo de forma natural, sin medicación. "Confié mucho en mi cuerpo y en todo lo que vino con ello", dice. Reconoce que habrá escepticismo, pero pregunta: "¿Qué daño hay en intentar? El único otro resultado es que no funcione, pero podría funcionar".
Hoy: entre el tumor y la decisión de seguir naturalmente
El prolactinoma persiste, y ella lo maneja con suplementos y una fe inquebrantable en su cuerpo. La cirugía sería una opción, pero requeriría atravesar la nariz para extraer el tumor y podría dañar su habla. Eligió seguir con su enfoque natural y monitorizar la situación, a la vez que invita a otros a formarse su propia postura: "Si confías y crees en algo, puede ocurrir".