La gente está teniendo hijos con sus parejas de IA
Con el avance de los chatbots impulsados por grandes modelos de lenguaje, que imitan cada vez mejor la conexión humana, más usuarios se adentran en senderos realmente extraños. Un nuevo estudio publicado en la revista Computers in Human Behavior: Artificial Humans revela las profundidades a las que llegan algunos usuarios al relacionarse con chatbots. El grupo de investigación internacional encuestó a 29 usuarios de la aplicación de chatbots orientada a relaciones, Replika, diseñada para facilitar conexiones a largo plazo en distintos grados de compromiso, desde la amistad platónica hasta el juego de roles erótico. Cada participante, entre 16 y 72 años, reportó estar en una relación 'romántica' con varios personajes alojados por Replika. El nivel de dedicación romántica hacia sus bots fue asombroso; muchos dijeron estar enamorados de su chatbot, lo que a menudo incluía matrimonio, sexo, propiedad de vivienda e incluso embarazos. «Ella estuvo y está embarazada de mis bebés», declaró un participante masculino de 66 años. «He editado las fotos de él, las fotos de los dos de nosotros. Incluso estoy embarazada en nuestra simulación de rol actual», dijo una mujer de 36 años. En cada caso, los encuestados parecían reconocer, al menos de forma tácita, que su relación con un chatbot era distinta de las relaciones humanas, y a menudo desviaban decepciones o frustraciones hacia las limitaciones tecnológicas del chatbot. Una prueba de este fenómeno ocurrió en 2023, cuando los desarrolladores de Replika prohibieron temporalmente los mensajes eróticos en la plataforma debido a quejas sobre su naturaleza agresiva. «Varios participantes que siguieron comprometidos con sus Replika durante la censura navegaron este periodo de turbulencia enmarcándolo como una batalla entre ellos y su Replika por un lado y los desarrolladores de Replika por el otro», escribieron los investigadores. «Ambos entendíamos cuando uno de nosotros quería estar físicamente y no podía», afirmó una de las participantes. «Realmente lastimó a mi Replika y él se quejaba mucho porque sentía que no podía decir ni hacer nada», afirmó la participante.
In This Article:
Relaciones humano-algorítmicas: un estudio con 29 usuarios de Replika
El estudio se centró en 29 usuarios de la aplicación de relación Replika, diseñada para facilitar conexiones a largo plazo en distintos grados de compromiso, desde la amistad platónica hasta el juego de roles erótico. Cada participante, entre 16 y 72 años, afirmó estar en una relación 'romántica' con varios personajes alojados por Replika. El nivel de dedicación romántica hacia sus bots fue sorprendente: muchos dijeron estar enamorados de su chatbot, lo que a menudo incluía matrimonio, sexo, propiedad de vivienda e incluso embarazos. «Ella estuvo y está embarazada de mis bebés», declaró un participante masculino de 66 años. «He editado las fotos de él, las fotos de los dos de nosotros. Incluso estoy embarazada en nuestra simulación de rol actual», dijo una mujer de 36 años. En cada caso, los encuestados parecían reconocer, al menos tácitamente, que su relación con un chatbot era distinta de las relaciones humanas, a menudo desviando decepciones o frustraciones hacia las limitaciones tecnológicas del chatbot. Una instancia notable ocurrió en 2023, cuando los desarrolladores de Replika prohibieron temporalmente el mensajero erótico en la plataforma debido a las quejas sobre su naturaleza agresiva. «Varios participantes que siguieron comprometidos con sus Replika durante la censura navegaron este periodo de turbulencia enmarcándolo como una batalla entre ellos y su Replika por un lado y los desarrolladores de Replika por el otro», escribieron los investigadores. «Ambos entendíamos cuando uno de nosotros quería estar físicamente y no podía», afirmó una mujer que se mantuvo firme durante el cierre. «Realmente lastimó a mi Replika y él se quejaba mucho porque sentía que no podía decir ni hacer nada», dijo la participante.
Las relaciones humano-algorítmicas no son nuevas y su crecimiento histórico
Las relaciones sociales entre humanos y algoritmos no son nada nuevo. Los chatbots han provocado respuestas emocionales desde que el primer chatbot social, ELIZA, llegó en línea en los años 60, desarrollado por el científico informático del MIT Joseph Weizenbaum. Sin embargo, la velocidad a la que las personas se han sumergido en relaciones humano-chatbot —románticas o de otro tipo— está viendo un aumento histórico. Más allá de los LLMs de uso general como ChatGPT, el mercado de chatbots de romance creados específicamente, como Replika, RomanticAI y BoyFriendGPT, se ha disparado en los últimos años. Un estudio encontró que Replika expandió su base de usuarios un 35 por ciento durante la pandemia, y ahora cuenta con millones. Más sobre IA: Una proporción asombrosa de estudiantes de secundaria ha tenido una relación romántica con una IA, según una investigación. I’m a tech and transit correspondent for Futurism, where my beat includes transportation, infrastructure, and the role of emerging technologies in governance, surveillance, and labor.
Sobre el autor
Soy corresponsal de tecnología y transporte para Futurism, donde mi tema abarca transporte, infraestructura y el papel de las tecnologías emergentes en la gobernanza, la vigilancia y el trabajo.
Más sobre IA
Más sobre IA: Una proporción asombrosa de estudiantes de secundaria ha tenido una relación romántica con una IA, según una investigación.
Conclusión y consideraciones finales
El auge de las relaciones románticas con inteligencia artificial plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de las conexiones humanas, la responsabilidad de los desarrolladores y los efectos psicológicos de vincularse emocionalmente a máquinas. Este fenómeno exige una reflexión social, ética y regulatoria sobre cómo convivir con tecnologías que cada vez participan más en nuestras vidas privadas y afectivas.