La dieta que roba tu memoria: cada porción extra de carnes ultraprocesadas eleva el riesgo de deterioro cognitivo un 17%, y un vaso adicional de refrescos azucarados eleva ese riesgo en un 6%
Una dieta que podría estar borrando tus recuerdos. En el estudio, comer una porción extra de carnes ultraprocesadas eleva el riesgo de deterioro cognitivo un 17%, y consumir un vaso adicional de bebidas azucaradas eleva ese riesgo en un 6%. Además, el 65% de los alimentos y el 38% de las bebidas consumidas en 2020 eran UPFs (alimentos ultraprocesados). ¿Qué significa eso para tu cerebro y tu futuro?
             
        
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Qué encontró el estudio sobre las peores elecciones para el cerebro
Investigadores de Virginia Tech analizaron datos del Estudio de Salud y Envejecimiento de la Universidad de Michigan, siguiendo a 4,750 residentes estadounidenses mayores de 55 años durante hasta 7 años y evaluando su función cognitiva cada dos años entre 2014 y 2020. El hallazgo clave fue que las carnes ultraprocesadas y las bebidas azucaradas fueron las categorías más dañinas para la salud cerebral. En concreto, quienes consumieron al menos una porción adicional diaria de productos animales ultraprocesados mostraron un incremento del 17% en el riesgo de deterioro cognitivo; quienes bebían refrescos azucarados, un 6%. Curiosamente, el consumo total de UPFs no se asoció significativamente con deterioro cognitivo, ni otros UPFs como grasas, dulces, meriendas saladas o comidas preparadas.
                 
            
Cómo se midió y qué dicen los números
Para evaluar la salud cerebral se realizaron pruebas de memoria inmediata y diferida, así como tareas como contar hacia atrás y restar números. El resultado más relevante es que no es el UPF en general el que predice el deterioro, sino específicamente las carnes ultraprocesadas y las bebidas azucaradas. Los datos sugieren que algunos alimentos dentro del grupo UPF pueden tener impactos desiguales en la cognición, y que focalizar la atención en ciertos productos podría mejorar las estrategias preventivas.
                 
            
Qué hacer en la vida diaria para proteger la cognición
La investigación apunta hacia una vía clara para proteger el cerebro: reducir o evitar las carnes ultraprocesadas y las bebidas azucaradas. ‘Hay cosas que puedes cambiar’, afirma Brenda Davy, profesora de nutrición humana, alimentos y ejercicio en Virginia Tech y coautora del estudio. ‘Es moderación y ser razonable y equilibrado en tus elecciones dietéticas.’ Además, los autores señalan que las clases de cocina podrían convertirse en una intervención clave: saber qué comer y cómo prepararlo facilita la toma de decisiones saludables.
                 
            
Contexto, impactos y enfoques prácticos
Este trabajo se publicó en el American Journal of Clinical Nutrition. En un marco más amplio, una dieta alta en UPFs está asociada con obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, ansiedad, depresión y mayor mortalidad. En 2020, aproximadamente el 65% de los alimentos y el 38% de las bebidas compradas por los hogares estadounidenses eran UPFs, y tanto las generaciones más jóvenes como las personas mayores obtienen más de la mitad de sus calorías diarias de UPFs. Los autores sugieren que las clases de cocina y la educación alimentaria podrían convertirse en intervenciones efectivas de salud pública para ayudar a las personas a elegir y preparar comidas más saludables. Como concluye Ben Katz, científico de desarrollo humano de Virginia Tech: ‘No basta con seguir una dieta; también es necesario enseñar a las personas a cocinar para poder preparar esa dieta.’
                 
            
