La 'chica más hermosa del mundo' rompe el mito: niega cirugía y revela una lucha que nadie ve
En la Semana de la Moda de París, Thylane Blondeau desfiló para Miu Miu en el Palais d'Iéna y, fuera de la pasarela, dejó claro un mensaje que desafía su imagen de belleza: nunca se ha sometido a cirugía estética. A sus 24 años, la modelo ha enfrentado años de ataques en redes que afirman que podría haberse retocado, pero ella insiste en que no. El relato de su vida no es solo glamour: es una historia de presión pública, salud y autenticidad.
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En París, un look que habla de estilo y verdad
Para la ocasión llevó un conjunto de lana marrón que combinaba con una blusa blanca de punto. Llevó el look con botas a juego, el cabello en ondas oscuras, gafas y un collar plateado, un estilo sobrio que contrasta con su presencia en la pasarela.
Una trayectoria que ha marcado generaciones
Thylane es hija de Patrick Blondeau y Veronika Loubry. Fue apodada la 'niña más hermosa del mundo' cuando era niña y su rostro protagonizó la portada de Vogue Enfants. A lo largo de su carrera ha trabajado para firmas como Miu Miu, Dolce & Gabbana, L'Oréal Paris, Versace, Ralph Lauren y Hugo Boss, y ha construido un negocio propio en moda y belleza. En 2018, en una entrevista con The Telegraph, afirmó que se distanció de la niña que fue alguna vez declarada la más hermosa; ahora es simplemente una persona.
El odio en redes y la defensa de su verdad
En sus redes, Thylane publicó capturas de comentarios que preguntaban: ¿qué le han hecho a sus labios? y confesó que está 'cansada' de leerlos. Explicó que, aunque algunas personas usan maquillaje o delineador, eso no significa que se haya sometido a ninguna cirugía. Desde los 10 años, la gente decía que me he hecho algo en la cara; es hora de parar.
Dolor, diagnóstico y aprendizaje: escuchar al cuerpo
En 2021, Blondeau reveló que había sufrido múltiples cirugías por complicaciones con quistes ováricos. En 2020 se había sometido a una operación tras un quiste que explotó en su estómago, y el dolor volvió tres meses después. Un médico descubrió un quiste de 5,6 cm que rozaba el ovario y la envió a una intervención de emergencia. Ella aprendió a escuchar a su cuerpo y a buscar segundas opiniones hasta hallar la solución: «Cualquier dolor, incluso el pequeño, puede esconder algo mucho más importante».
