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Fui una adolescente adicta a la heroína que gastaba 680 dólares a la semana — este es el momento en que toqué fondo

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Shannon Ashley, de Cleethorpes, Lincolnshire, recuerda que a los 13 años probó heroína para “presumir” ante su hermana. Esa decisión la llevó a años de crimen para pagar la droga y a vivir al borde del abismo. Hoy, a los 30 años, ha pasado de gastar 680 dólares semanales en heroína a construir una vida estable, una familia y una voz para quienes luchan por salir de la adicción.

Fui una adolescente adicta a la heroína que gastaba 680 dólares a la semana — este es el momento en que toqué fondo

Un inicio peligroso: a los 13 años probé heroína para impresionar a mi hermana

Creció en una casa inestable, en una zona pobre y rodeada de dificultades. Su madre hizo lo que pudo, pero la familia vivía al límite. En el verano de 2008, para impresionar a su hermana, probó heroína y esa decisión la empujó hacia un camino de consumo y crimen para pagar la droga. A los 13 años, Shannon ya sabía lo que era depender de una sustancia para sobrevivir y enfrentarse a un mundo que la estaba consumiendo. Uno de sus primeros recuerdos es cuánto costaba mantener la adicción: alrededor de 70 dólares por un gramo, y el efecto solo duraba unas horas.

Un inicio peligroso: a los 13 años probé heroína para impresionar a mi hermana

La espiral continúa: embarazo, prematuridad y prisión

En diciembre de 2009 quedó embarazada, pero continuó consumiendo. Empezó a usar metadona durante el embarazo, pero luego volvió a consumir heroína. Al nacer su hijo en mayo de 2010, pesó solo 2 libras 4 onzas (aprox. 1 kg). Durante los siguientes cuatro años estuvo entre idas y venidas con las drogas; cuando no consumía heroína, estaba adicta a la metadona. Su exmarido fue arrestado y condenado a cinco años por suministro de drogas, y ella empezó a usar cualquier droga disponible, robando para pagarla y, en ocasiones, usando sus propias prestaciones de 900 dólares para comprar y vender drogas. Desarrolló paranoia, perdió su casa y su hijo fue enviado a vivir con su madre. Pasó por varias etapas en prisión; fue liberada bajo libertad condicional, solo para volver a delinquir y ser recluida de nuevo. Ese ciclo se convirtió en su llamada de atención final para cambiar.

La espiral continúa: embarazo, prematuridad y prisión

La redención empieza en la prisión: aprendizaje, fe y una segunda oportunidad

La prisión fue un punto de inflexión. Allí cocinó para el personal y obtuvo certificaciones en matemáticas, inglés, hostelería y catering. Fue liberada en marzo de 2021 y pasó a vivir en una vivienda asistida. En mayo recuperó a su hijo y empezó a ser voluntaria en una tienda benéfica. Luego dio el salto a las redes sociales: se convirtió en creadora de contenido en TikTok, ganando entre 4.000 y 17.500 dólares al mes para salir de la compatibilidad con la ayuda de desempleo. Conoció a su esposa Kathleen, de 32 años, durante su proceso de recuperación en TikTok (noviembre de 2021); se casaron en mayo de 2024 y tienen dos hijas, de 15 años y de 3 meses, a través de fertilización in vitro.

La redención empieza en la prisión: aprendizaje, fe y una segunda oportunidad

Hoy: vida reconstruida y un mensaje de esperanza

A día de hoy, Shannon enfrenta daño hepático permanente y trastorno de estrés postraumático, pero está increíblemente feliz. Su mensaje es claro: la recuperación es posible. “Estoy realmente orgullosa de lo mucho que he trabajado y de lo que he logrado. Quiero que todos sepan que la recuperación es posible.” “Pasé de lo peor a lo mejor que puedo ser.” “Si tienes a un familiar con drogas, busca ayuda; porque tú también sufrirás. Quédate a su lado; saber que alguien está ahí significa mucho.” “No tengo que ser dura conmigo misma; antes pensaba que no merecía estas cosas bonitas. No podemos subestimar el privilegio de sentarnos en el sofá, encender la tele o hacer un café sin tener que inyectar o fumar algo primero.”

Hoy: vida reconstruida y un mensaje de esperanza