Fortalezas que se funden: el enigma de los fuertes vitrificados de Escocia
En la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, Europa levantaba murallas de piedra en las colinas para defenderse. Pero en unos 200 lugares las paredes muestran un fenómeno inquietante: las piedras se funden y se unen en una masa vítrea, creando un único monolito. Este fenómeno, conocido como fuertes vitrificados, ha intrigado a los arqueólogos durante más de dos siglos y medio.
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Qué son y dónde se encuentran
Los fuertes vitrificados son ruinas de muros de piedra que, sometidos a un calor extremo, se funden en una masa vítrea que une las piedras sin mortero. Hoy se conocen más de 200 ejemplos, principalmente en Escocia, pero también en otras regiones de Europa occidental y del norte. Al principio se pensó que estos daños eran el resultado de ataques enemigos. Sin embargo, la presencia de la masa vítrea sugiere que se intentó provocar la vitrificación de forma deliberada.
El calor extremo: ¿fuego intencionado o accidente?
En el primer experimento de los años 1930, Wallace Thornicroft y V. Gordon Childe levantaron una pared de piedra con capas de madera y la incendiaron durante tres horas. La pared se desplomó y, entre los fragmentos vitrificados, se hallaron piezas de madera; se estimó que la temperatura alcanzó alrededor de 1200 °C. Investigaciones posteriores mostraron que no basta con quemar un armazón de madera para lograr tal vitrificación; probablemente el fuego se mantuvo varios días por encima de 1000 °C, en un espacio cerrado, rellenando huecos con tierra, arcilla y combustibles como turba. Esto excluye incendios aleatorios o ataques enemigos y apunta a un objetivo deliberado.
¿Una ingeniería avanzada?
Una de las hipótesis, al principio descartada, fue que la vitrificación reforzara la estructura. La creencia era que el calor debilitaría la piedra; sin embargo, investigaciones más recientes señalan que, con arenisca común en estas construcciones, el calor puede impulsar una fusión: las partículas se sellan en una masa vítrea que aumenta la resistencia de la pared. Si es correcto, estas fortificaciones serían una sorprendente muestra de ingeniería antigua, diseñada para durar.
De Escocia al resto de Europa: una red de fuertes vitrificados
Hasta hace poco, se creía que estas fortificaciones existían solo en Escocia. Pero hoy sabemos que existen en otras regiones de Europa occidental y del norte; se han documentado más de 200 ejemplos. Este hallazgo amplía nuestra comprensión de las capacidades tecnológicas y las estrategias defensivas de las sociedades antiguas.