Están mapeando tu interior: el “sexto sentido” del cuerpo podría cambiar la medicina
Un grupo de científicos del Instituto Scripps y del Allen Institute ha recibido una beca del NIH por 14,2 millones de dólares para estudiar la interocepción, el sentido interno de nuestro cuerpo. Este proyecto busca crear el primer atlas tridimensional del sistema sensorial interno, para entender con mayor profundidad cómo se comunican el cerebro y el organismo. La interocepción describe el proceso de percibir el estado de nuestro cuerpo desde dentro. Gracias a ella sabemos cuándo tenemos hambre, sed, cansancio o la necesidad de ir al baño. Funciona en segundo plano, monitoreando señales fisiológicas y enviándolas al cerebro para mantener el funcionamiento normal del cuerpo. Este mecanismo interno opera a través de una red compleja de vías nerviosas que controlan la circulación, la digestión y el sistema inmunológico. Las disfunciones de la interocepción se han ligado a autoinmunidad, dolor crónico, trastornos neurológicos e hipertensión. El equipo, dirigido por el laureado con el Premio Nobel Ardem Patapoutian, pretende crear la primera cartografía 3D de las conexiones interoceptivas. El atlas incluirá un catálogo anatómico y molecular de las rutas nerviosas que conectan los órganos con el sistema nervioso central.
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Qué es la interocepción: el sentido que no ves pero te gobierna
La interocepción es el proceso por el que percibimos los estados de nuestro cuerpo desde dentro. Nos avisa cuándo tenemos hambre, sed, estamos cansados o necesitamos ir al baño. Opera de forma invisible, recopilando señales fisiológicas y entregándolas al cerebro para mantener el equilibrio del organismo. Este sistema involucra una red compleja de vías nerviosas que regulan la circulación, la digestión y el sistema inmunitario, entre otros procesos. Es fundamental para la salud, pero históricamente recibió menos atención que otros aspectos del sistema nervioso.
El gran reto de entenderlo
A pesar de su importancia, estudiar la interocepción es extraordinariamente difícil. Las señales son amplias y se superponen en el tiempo y el espacio. Los nervios implicados abarcan grandes áreas del cuerpo y a menudo no obedecen límites anatómicos claros, lo que complica aislar componentes individuales. Esta complejidad ha dificultado avances prácticos, pero también hace que su mapa general sea especialmente valioso para la medicina.
La misión: un atlas 3D de las conexiones interoceptivas
El equipo busca construir el primer mapa tridimensional de las interconexiones interoceptivas. Este atlas incluirá un catálogo anatómico y molecular de las rutas nerviosas que conectan los órganos internos con el sistema nervioso central, permitiendo una visión integrada del cuerpo. Con este mapa, los científicos podrán plantear preguntas nuevas sobre la interacción entre órganos y cerebro, abriendo la puerta a enfoques terapéuticos innovadores.
Qué podría significar para la salud
Según Li Ye, los resultados del proyecto permitirán a los científicos formular preguntas inéditas sobre la interacción entre órganos y el sistema nervioso, lo que podría transformar el diagnóstico y tratamiento de numerosas condiciones. Xin Jin subrayó la importancia de esta línea de investigación y su potencial para abrir caminos innovadores en medicina.