No Image x 0.00 + POST No Image

Entre gallinas imposibles: de gladiadores emplumados a pollos sin plumas y huesos negros

SHARE
0

En el mundo de las aves domésticas existen criaturas que parecen sacadas de una historia de ciencia ficción. Entre ellas destacan ejemplares que dan forma a una constelación de rarezas: el Shamo, la Ayam Cemani, el Ga Dong Tao, la Gallina de seda china y los pollos israelíes sin plumas. Estas aves no son simples mascotas; traen historias de tradición, de lucha y de genética que desafían la imaginación. El Shamo, criado originalmente como gallo de pelea, exhibe un aspecto tan imponente como intimidante: pecho musculoso, postura vertical y una mirada que parece de guerrero. Aunque hoy muchos se crían también por su belleza, su carácter puede ser agresivo y necesitan espacios separados de otras aves. En resumen, estas aves nos recuerdan que la historia de la crianza avícola está hecha de enfrentamientos y de belleza.

Entre gallinas imposibles: de gladiadores emplumados a pollos sin plumas y huesos negros

Shamo: los gladiadores del corral

Shamo es una de las razas de pelea más conocidas. Su origen es Siam (actual Tailandia), desde donde fueron llevadas a Japón. En Rusia llegaron a finales de los años 90 del siglo XX, dejando una marca inolvidable. No es una gallina cualquiera: es un verdadero gladiador. Tienen un pecho poderoso, una postura vertical y una mirada depredadora. Las plumas son cortas y se ajustan al cuerpo; la espalda se mantiene recta. Los gallos Shamo son extremadamente agresivos entre sí y con aves de otras razas, por lo que suelen criarse de modo aislado. Estas aves destacan por su resistencia, fuerza y tenacidad. Durante las peleas, muestran una determinación asombrosa: no retroceden y luchan hasta el final. Hoy en día se crían no solo para peleas, sino también como aves decorativas, porque su aspecto es realmente impresionante.

Shamo: los gladiadores del corral

Ayam Cemani: el gallo negro definitivo

Ayam Cemani es, tal vez, una de las razas más místicas del mundo avícola. Su tierra es Indonesia, y su nombre significa “gallo negro”. Y realmente, todo en estas aves es negro: plumas, cresta, piel, pico, patas, ojos e incluso los huesos y la carne. Este color tan extremo nace de una mutación genética que provoca hiperpigmentación. A la luz, sus plumas pueden brillar con un tono metálico que varía entre violeta y verde. Son animales de tamaño compacto: los machos pesan hasta 2 kg y las hembras alrededor de 1,5 kg. Su carácter es cauteloso y asustadizo: evitan el contacto humano, pero conservan un espíritu de pelea para defenderse y proteger a su cría. Además de su aspecto, la carne de Ayam Cemani es valorada en varios países como delicadeza culinaria e incluso se utiliza en prácticas de medicina tradicional.

Ayam Cemani: el gallo negro definitivo

Ga Dong Tao: el gigante vietnamita de patas descomunales

Ga Dong Tao es una de las razas vietnamitas más raras y llamativas. Su rasgo principal son sus patas enormes, cuyo diámetro en los gallos alcanza entre 3,5 y 4 cm. Llaman la atención tanto como el cuerpo: es masivo, ancho y de aspecto casi rectangular, con una pechuga pronunciada y una musculatura muy desarrollada. En conjunto, dan la impresión de un monstruo entre las aves. Por su carácter, suelen mostrarse desconfiados y no buscan el contacto humano; acariciarlos es un reto para muchos criadores. A pesar de su aspecto imponente, en Viet Nam se valoran como símbolo de fuerza y de lujo: la carne de Ga Dong Tao se considera una delicadeza que a menudo se sirve en celebraciones.

Ga Dong Tao: el gigante vietnamita de patas descomunales

La Gallina de seda china y los pollos israelíes sin plumas: extremos de lo extraordinario

Entre las aves de tamaño y color extraordinarios destacan la Gallina de seda china y los pollos israelíes sin plumas. La Gallina de seda china es famosa por su plumaje suave, que recuerda a la pelusa; por ello se mantiene con frecuencia como ave decorativa. Se presentan en colores como blanco, negro, azul y dorado. Una de sus características más llamativas es que sus huesos son oscuros y la carne también, algo que muchos consideran especialmente sano y nutritivo. En general, estas aves son tranquilas y amistosas, conviven bien con otras aves y, a pesar de su aspecto exótico, pueden aportar carne y huevos de buena calidad, ricos en vitaminas y aminoácidos. Por su parte, los pollos israelíes sin plumas fueron creados por el profesor Avigdor Kohaner, con la idea de obtener una ave que tolere mejor el calor extremo de Israel. Su rasgo más llamativo es la ausencia total de plumas, y la piel de tono rojizo que les da un aspecto algo inquietante. Aun así, son aves tranquilas, resistentes y muy pacientes; muchos estudios señalan que heredaron el carácter pacífico de sus antepasados.

La Gallina de seda china y los pollos israelíes sin plumas: extremos de lo extraordinario