El tesoro de oro frente a Caesarea que cambia la historia con dos mil dinares fatimíes
En febrero de 2015, un grupo de buzos israelíes realizaba inmersiones recreativas frente a la costa de la antigua Caesarea. En un momento, uno de los buzos notó algo brillante en el fondo. Al principio pensó que se trataba de una tapa de refresco o de un trozo de metal que reflejaba la luz del sol. Pero cuando decidió elevar el objeto, resultó ser una moneda de oro con inscripciones árabes. El hombre llamó la atención de sus colegas con gestos y, en cuestión de minutos, los buzos tenían en sus manos decenas de monedas similares.
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Una alerta responsable y una exploración submarina que revela un tapiz de oro
Conscientes de que el hallazgo podría tener valor histórico, actuaron con prudencia y no recogieron todo lo que había en el fondo, sino que informaron del hallazgo a la Autoridad de Antigüedades de Israel. Al día siguiente llegaron arqueólogos, que realizaron un reconocimiento submarino de la zona. Se descubrió que, en el lecho marino, no lejos de un antiguo muelle, se extendía un auténtico tapiz de oro: alrededor de dos mil monedas dispersas en una superficie de varias decenas de metros cuadrados. El peso del tesoro era de aproximadamente nueve kilogramos de oro puro. Las monedas estaban sorprendentemente bien conservadas, ya que el oro, a diferencia de la plata o el cobre, prácticamente no se ve afectado por el agua salada, por lo que cada moneda lucía casi igual a hace mil años. Curiosamente, se observaron signos característicos de mordisco en algunas monedas, indicadores que dejan las personas al verificar la autenticidad del oro.
Dinares fatimíes una fecha que sitúa el hallazgo en el siglo XI
En el laboratorio se confirmó que todas las monedas eran dinares fatimíes, acuñados durante el Califato Fatimí, un poderoso estado islámico que existió entre los siglos X y XII y que se extendía desde el norte de África hasta Siria. Entre los ejemplares hallados había dinares de tiempos de los califas al‑Hakim y al‑Zahir, acuñados en las ciudades de El Cairo y Palermo. Esto permitió fechar el tesoro aproximadamente en el siglo XI.
Caesarea como puerto del mundo fatimí y las teorías sobre su origen
Caesarea, en esa época, era un puerto importante en la costa oriental del Mediterráneo. La ciudad fue fundada por el rey Herodes el Grande en el siglo I a. C. y servía como un nudo clave entre Oriente y Occidente. Bajo los Fatimíes, Caesarea seguía siendo un centro comercial activo, donde llegaban buques con mercancías como especias, telas, metales y gemas. Lo más probable es que las monedas de oro formaran parte de la carga de uno de esos buques mercantes. La nave podría haber naufragado durante una tormenta, o haber caído víctima de un ataque pirata; ambos escenarios eran plausibles para la época.
Impacto inmediato y lo que podría significar para la historia
Sin embargo, los arqueólogos no descartan otra versión. Es posible que el oro perteneciera al tesoro del califato y estuviera siendo transportado para pagar a los soldados o para saldar impuestos. La pérdida de una cantidad tan grande de dinero podría haber sido un golpe sensible para las autoridades, pero mil años después esa tragedia se convirtió en un verdadero regalo para la ciencia. El hallazgo en Caesarea se convirtió en una sensación. Los medios de Israel lo informaron en primera plana, y la Autoridad de Antigüedades lo calificó como «invaluable» y «única». Nunca antes en las aguas del país se había encontrado tal cantidad de oro, y además de un periodo tan temprano. Para historiadores y numismáticos, este tesoro resultó ser una auténtica fuente de información, ya que se pueden rastrear rutas comerciales, vínculos económicos e incluso oscilaciones políticas dentro del califato. Más hallazgos interesantes en mi Telegram.