El humanoide más barato del mundo ya está aquí: Bumi, un robot de poco más de 1 metro que cuesta solo 1.370 dólares y baila
La empresa china Noetix presentó Bumi, un humanoide compacto que podría cambiar las reglas del juego. Con poco más de un metro de altura y unos 12 kilogramos, Bumi camina con seguridad, mantiene el equilibrio y llega incluso a bailar, mostrando movimientos sorprendentemente fluidos. Pero lo más llamativo es su precio: alrededor de 1.370 dólares, el más asequible de su clase, prometiendo convertir la robótica de consumo en algo al alcance de más personas.
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Qué es Bumi: un asistente educativo con movilidad y voz
Bumi es un robot humanoide compacto de Noetix, con una altura ligeramente superior a un metro y un peso de aproximadamente 12 kg. Puede caminar, mantener el equilibrio y bailar, demostrando movimientos fluidos. Además, está diseñado como herramienta educativa gracias a su soporte para programación gráfica y a la interacción por voz.
Diseño y materiales: menos costo sin perder fiabilidad
Los desarrolladores emplearon materiales compuestos ligeros para reducir el costo de fabricación, sin sacrificar funcionalidad. Este enfoque permitió mantener la fiabilidad del robot a un precio de producción más bajo. Noetix busca así ampliar el acceso a la robótica para consumidores curiosos y estudiantes.
Mercado y propósito: democratizar la robótica para todos
Noetix quiere expandir el mercado de robots humanoides para consumidores, no solo entre entusiastas sino también en aulas y talleres. La empresa pretende competir no solo con grandes jugadores como Unitree, cuyos modelos cuestan alrededor de 6.000 dólares, sino también ofrecer oportunidades únicas a estudiantes, escolares y aficionados a la robótica. Con Bumi, la tecnología del futuro podría volverse más accesible para la educación y la diversión práctica.
Qué significa este hito para el futuro de la robótica
El lanzamiento de Bumi marca un paso importante hacia la robótica humanoide de consumo asequible. Con movimiento funcional, interacción por voz y programación gráfica, ofrece nuevas vías para enseñar, crear y experimentar. Todavía queda por ver cómo evoluciona este enfoque a gran escala, pero ya simboliza una tendencia hacia tecnologías más inclusivas.
