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El cáncer de mama regresa incluso tras tratamientos exitosos: 685,000 muertes al año y una promesa para detenerlo

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Tras casi el 30% de los tratamientos exitosos para el cáncer de mama, los tumores regresan y siguen cobrando vidas: 685,000 personas mueren cada año en todo el mundo debido a la recurrencia. Pero un nuevo enfoque apunta a cambiar ese paisaje: atacar las células tumorales dormidas que persisten en la médula ósea y en otros rincones del cuerpo podría mantener a las pacientes libres de cáncer. Este enfoque no se basa en vigilar la enfermedad tras el tratamiento, sino en atacar la raíz de la recaída mediante fármacos que previenen la recurrencia. “En este momento, no sabemos cuándo ni si el cáncer de alguien volverá; ese es el problema que nos propusimos resolver”, dice la oncóloga médica Angela DeMichele. “Nuestro estudio muestra que prevenir la recurrencia mediante la monitorización y el objetivo de las células dormidas es una estrategia con verdadero potencial, y espero que impulse más investigación en esta área.”

El cáncer de mama regresa incluso tras tratamientos exitosos: 685,000 muertes al año y una promesa para detenerlo

Células dormidas: el motor invisible de la recaída

Las células dormidas son células tumorales que permanecen inactivas, a menudo en la médula ósea, y pueden reactivarse años después para causar una recaída. En los últimos años se han confirmado como posibles dianas terapéuticas, y nuevas investigaciones apuntan a rutas y fármacos que podrían alcanzarlas, incluyendo la hidroxicloroquina y el everolimus, o ambos. Este trasfondo científico abrió la puerta a pruebas clínicas que combinan fármacos para atacar esas células ocultas, no las células tumorales que crecen de inmediato.

Células dormidas: el motor invisible de la recaída

De la vigilancia a atacar la raíz: la estrategia que podría cambiar el juego

En lugar de esperar pasivamente la recurrencia, la nueva estrategia utiliza fármacos para atacar las causas profundas de la recaída, especialmente las células dormidas que persisten tras el tratamiento inicial. La idea es intervenir antes de que las células dormidas despierten y provoquen un nuevo tumor, reduciendo significativamente las probabilidades de una recaída devastadora. La investigación sugiere que la combinación de fármacos podría ser clave para erradicar estas células de forma más eficaz que cuando se usan individualmente.

De la vigilancia a atacar la raíz: la estrategia que podría cambiar el juego

Resultados prometedores en humanos: la combinación que podría borrar la recurrencia

En pruebas iniciales, 51 personas que ya habían tenido cáncer de mama y que fueron identificadas con células dormidas recibieron las combinaciones de fármacos. Individualmente, cada fármaco eliminó hasta el 80% de esas células dormidas; en conjunto, la eficacia se situó en un 87%. En el grupo que recibió ambos fármacos, todos permanecieron libres de cáncer tras tres años. Quienes recibieron solo uno de los fármacos obtuvieron una tasa de éxito de alrededor del 92–93% libre de cáncer. Además, se realizaron pruebas en modelos de ratón que corroboraron los hallazgos y permitieron observar los mecanismos por los que actúan las drogas.

Resultados prometedores en humanos: la combinación que podría borrar la recurrencia

Mirando hacia el futuro: ensayos más grandes y un camino lleno de preguntas

No todas las supervivientes dejan células dormidas en su organismo, y se requieren ensayos con un mayor número de participantes para confirmar la seguridad y la eficacia de estas combinaciones. También será necesario probar diferentes dosis y combinaciones para optimizar el tratamiento. El siguiente paso es realizar ensayos amplios para confirmar estos resultados y definir exactamente qué combinaciones funcionan mejor. Aun cuando la recaída del cáncer de mama sigue siendo difícil de erradicar por completo, este estudio, publicado en Nature Medicine, abre una ruta para abordar la enfermedad en su raíz y no solo vigilarla desde la distancia. Como señala DeMichele, la sombra de la recaída acompaña a muchos sobrevivientes, pero la investigación avanza.

Mirando hacia el futuro: ensayos más grandes y un camino lleno de preguntas