Descubren un barco romano de hace 1700 años bajo la arena turquesa de Mallorca
Entre las aguas turquesa de la Playa de Palma, a apenas dos metros de profundidad, yace un buque comercial romano que naufragó hace aproximadamente 1.700 años. El barco Ses Fontanelles, frente a una de las playas más populares de Mallorca, ofrece una ventana única al mundo de la economía, la construcción naval y la vida cotidiana del oeste del Mediterráneo.
In This Article:
- Un barco romano de 12 metros hundido a mediados del siglo IV frente a Playa de Palma
- Procedencia y carga del buque desde Cartagena
- Conservación y hallazgos clave
- La colección de inscripciones revela redes administrativas y comerciales de gran magnitud
- Un buque tardorromano como cápsula del tiempo
- Mallorca y su rico pasado romano
- Procedimiento de restauración y apertura al público
Un barco romano de 12 metros hundido a mediados del siglo IV frente a Playa de Palma
El navío, de unos 12 metros de eslora, se identifica como Ses Fontanelles. Fue avistado por primera vez por un residente local, Félix Alarcón, y posteriormente confirmado por la Unidad de Protección del Patrimonio. Los arqueólogos sitúan su naufragio en la mitad del siglo IV d.C. El pecio quedó cubierto por arena, lo que lo aisló del oxígeno y detuvo la descomposición.
Procedencia y carga del buque desde Cartagena
Los arqueólogos sostienen que el barco partió desde Cartagena, un gran puerto romano en el sur de la Península Ibérica, con una carga de aceite de oliva, vino y garum, la salsa de pescado fermentada. Una moneda hallada debajo de la arboladura, acuñada en Siscia (actual Sisak, Croacia) alrededor del año 320 d.C., ayudó a fechar con precisión el hallazgo.
Conservación y hallazgos clave
Según el profesor Enrique García de la Universidad de las Islas Baleares, el barco se encuentra en un estado excelente. Quedó cubierto por arena poco después del naufragio, lo que aisló el pecio del oxígeno y detuvo la descomposición. Decenas de ánforas permanecen selladas y el casco y la cubierta conservan su estructura. Entre los hallazgos destacan dos zapatos de cuero, un taladro de carpintería y una lámpara de aceite con la imagen de la diosa Diana, símbolo de caza y luna. En algunas ánforas se han detectado monogramas cristianos tempranos.
La colección de inscripciones revela redes administrativas y comerciales de gran magnitud
El cargamento constituye un verdadero tesoro de inscripciones epigráficas. En las ánforas se apreciaban grabados que indicaban productores, contenidos y tributos. Investigadores de la Universidad de Cádiz, bajo la dirección del profesor Darío Bernal, han calificado esta colección como una de las más grandes halladas en España. "Estas inscripciones hablan de redes administrativas y comerciales complejas que ayudaban a sostener el comercio romano", — comentó Bernal. El análisis de laboratorio confirmó que la arcilla de las ánforas proviene del sureste de España, lo que demuestra que en la Antigüedad tardía Murcia era un importante centro de producción de aceite y garum. También se identificaron cinco tipos de ánforas previamente desconocidos.
Un buque tardorromano como cápsula del tiempo
Los pecios de la época tardorromana son raros. La mayoría de los barcos antiguos se han perdido o se descubrieron antes de que se iniciaran los actuales esfuerzos de conservación. Ses Fontanelles se ha convertido en una cápsula del tiempo única que permite estudiar la tecnología naval, la logística comercial y la vida de los marineros que navegaban entre Iberia, África del Norte y las Baleares.
Mallorca y su rico pasado romano
Este hallazgo subraya el rico pasado romano de Mallorca. En 123 a.C., Quinto Cecilio Metelo Baleario conquistó la isla, convirtiéndola en una base estratégica en el oeste del Mediterráneo. En el IV siglo, la zona de Playa de Palma era un refugio para barcos durante las tormentas. Quizás fue ese refugio el que buscaba el buque hundido antes de su naufragio.
Procedimiento de restauración y apertura al público
Las partes de madera permanecen en su lugar, cubiertas por arena. Las ánforas y otros artefactos han sido enviados a conservación. El Dr. Carlos de Juan, de la Universidad de Valencia, señaló que se están diseñando planes para una restauración progresiva del casco, ya que la quilla quedó dañada por las tormentas. Después de la extracción, cada fragmento de madera se limpiará de sal y óxido en tanques de agua dulce en Castillo San Carlos en Palma de Mallorca. Luego se impregnarán y estabilizarán. Se espera que el proceso de restauración y conservación dure no menos de cinco años. Al finalizar, la embarcación formará parte del patrimonio marítimo de Mallorca y estará abierta al público.