De jets privados y lujo desmedido a una granja con cabras: la sorprendente renuncia de Sophie Rain
Con 21 años, Sophie Rain ha pasado de ser una de las modelos más ricas del mundo, según Daily Mail, tras afirmar haber ganado AU$126 millones vendiendo fotos y videos para adultos en plataformas como OnlyFans. Su vida estaba llena de viajes en jets privados y compras de diseñador. Pero hoy comparte que ha dejado ese mundo atrás para vivir en una granja de Florida valorada en AU$5.58 millones, con 20 acres de tierra, rodeada de vacas, cabras y un estanque de koi. En sus propias palabras: “La granja es mi futuro y donde me veo viviendo algún día con mi futuro marido”. A pesar del glamour del pasado, afirma sentirse agradecida por su origen y dice que viajará y verá a sus amigos, pero siempre volverá a su granja, donde se siente más ella. Sophie también comparte imágenes de su vida rural, incluyendo dos cabritos recién nacidos a los que llamó Kim Kardashian y Kanye West.
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Orígenes humildes que dan perspectiva a su fortuna
Rain afirma haber crecido con cupones de comida y que, pese a ello, se siente increíblemente afortunada por la vida que tiene hoy y nunca da eso por sentado. A pesar de haber visto dinero que solo podía soñar cuando era niña, ha intentado retribuir y dar de vuelta a su comunidad; dice que intenta ayudar en la medida de sus posibilidades. Entre viajes, fiestas y encuentros con personas influyentes, reconoce que la vida de influencer es intensa y, a veces, abrumadora. Prefiere estar en casa, rodeada de su gente y de sus animales.
Del glamour a la granja: el giro que cambia todo
La joven dejó la mansión de influencer de Miami, conocida como The Bop House, para mudarse a su granja de 20 acres en Florida. Ahora comparte videos en línea cuidando a sus vacas y a dos cabritos recién nacidos a los que llamó Kim Kardashian y Kanye West; afirma que aún son bebés y que debe alimentarlos con biberón. La granja también alberga seis vacas, dos de ellas rescatadas, así como pollos y un estanque de koi. Sophie dice que sigue aprendiendo a lidiar con el ganado y que la gente se sorprende al verla prefiriendo la vida rural a la de lujo.
La granja como refugio emocional: lo que define su lujo
Ella afirma que la vida en la granja la mantiene cuerda en una industria que puede ser falsa. Se siente más que nada conectada con los animales y la tierra. “Soy más feliz con las botas embarradas y una camiseta vieja. Las bolsas de lujo no me entusiasman tanto como los animales”, dice. “Mi idea de lujo es cocinar una comida casera, ver la televisión en sudaderas y terminar el día con un atardecer.” Prefiere estar descalza en la hierba y recoger huevos que regresar a penthouses en Los Ángeles. “Quiero vivir una vida simple y estar conectada con la naturaleza.”
Mirando al futuro: entre viajes y vida simple
La granja es su futuro; planea que sea allí donde viva algún día con su futuro marido. Aunque seguirá viajando y viendo a sus amigos, afirma que siempre volverá a la granja y que lo más valioso es quedarse en casa con sus animales. Aun con la riqueza obtenida en su carrera, subraya que tiene la posibilidad de seguir compartiendo su vida en la pantalla para inspirar a otros, y que su mayor aprendizaje es buscar la sensación de normalidad y conexión que ofrece la vida rural.