Bajo el hielo, 85 lagos activos: la Antártida revela una red hidrogeológica que podría cambiar el nivel del mar
Un hallazgo que sacude nuestra comprensión de la Antártida: 85 lagos activos, ocultos bajo varios kilómetros de hielo, han sido detectados por datos del satélite CryoSat-2. Con ello, el total conocido de lagos subglaciales asciende a 231. Estos lagos no están quietos: se llenan y vacían a lo largo del tiempo, y sus cambios pueden lubricar la base de los glaciares, acelerando su viaje hacia el océano y, potencialmente, alterar el nivel del mar.
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CryoSat-2 descubre 85 lagos subglaciales y eleva el conteo total a 231
El método: CryoSat-2 observa variaciones en la superficie y la gravedad para inferir la presencia de agua bajo el hielo. Los científicos identificaron 85 lagos previamente desconocidos y descubrieron que todos son 'activos', cambiando tamaño y forma con cada ciclo de llenado y vaciado. Con este hallazgo, el conteo total de lagos subglaciales conocidos se eleva a 231, revelando una hidrología más compleja de lo que se pensaba.
Formación y dinámica de los lagos subglaciales
Los lagos subglaciales se forman por calor que asciende desde el interior de la Tierra o por la fricción entre el hielo y la roca. Este agua derretida se acumula en cuencas bajo la capa de hielo y, a veces, emerge al exterior, lubricando la frontera entre roca e hielo. Este proceso facilita que el glaciar descienda hacia el océano más rápido, acelerando la liberación de hielo y, en consecuencia, influyendo en el nivel del mar.
Redes conectadas y ciclos de llenado
Las redes subglaciales no son islas aisladas. CryoSat-2 ha permitido visibilizar cadenas completas de lagos interconectados que se 'comunican' a través de ciclos de sobrellenado y derrame. Hasta ahora, la ciencia tenía constancia de 36 ciclos completos de llenado y vaciado a escala global; el nuevo estudio añade 12, ampliando nuestra comprensión de un sistema hidrológico oculto y dinámico bajo el hielo antártico.
Implicaciones climáticas y una mirada más dinámica
También hay un recordatorio de límites. No todos los lagos subglaciales están en plena actividad; algunos permanecen estables, como el enorme lago Vostok, bajo cuatro kilómetros de hielo. Su masa de agua sería suficiente para llenar el Gran Cañón, y su desagüe masivo podría tener consecuencias catastróficas para la Antártida y para el nivel del mar. Los datos refuerzan que el sistema de reservas de agua bajo la Antártida es más complejo y cambiante de lo que creían los científicos, y que mejor seguimiento nos ayudará a predecir cambios climáticos y subida del nivel del mar. Anna Hogg, profesora de la Universidad de Leeds, señala: 'El hecho de que las superficies de los lagos subglaciales pueden variar notablemente en meses y años indica una imagen mucho más dinámica de lo que pensábamos'. Como contexto global, también se ha confirmado que la extensión del hielo marino ártico alcanzó un mínimo anual.