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Abejas sin aguijón de la Amazonía obtienen derechos legales por primera vez en el mundo

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Un hito ecológico mundial llega desde la Amazonía peruana: las abejas sin aguijón, consideradas las polinizadoras clave de la selva, han obtenido derechos legales para existir y prosperar por primera vez. A lo largo de una amplia franja de la Amazonía peruana, estas abejas nativas —que a diferencia de las abejas europeas no tienen aguijón— ahora gozan de protección jurídica. Cultivadas por pueblos indígenas desde tiempos precolombinos, se piensa que son fundamentales para mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. Pero enfrentan una confluencia mortal de cambio climático, deforestación y pesticidas, así como la competencia de abejas europeas, y científicos y activistas han estado corriendo contra el tiempo para que las abejas sin aguijón figuren en listas rojas de conservación a nivel internacional.

Abejas sin aguijón de la Amazonía obtienen derechos legales por primera vez en el mundo

Qué son las abejas sin aguijón y cuál es su papel en la Amazonía

Las abejas sin aguijón son una clase que abarca varias variedades y son las abejas más antiguas del planeta. En la Amazonía habita casi la mitad de las 500 especies conocidas, y están a cargo de polinizar más del 80% de la flora, incluidas cacao, café y aguacates. También tienen un profundo significado cultural y espiritual para los pueblos indígenas Asháninka y Kukama-Kukamiria. «Dentro de la abeja sin aguijón vive el conocimiento tradicional indígena, transmitido desde la época de nuestros abuelos», dijo Apu Cesar Ramos, presidente de EcoAshaninka de la Ashaninka Communal Reserve. «La abeja sin aguijón nos proporciona alimento y medicina, y debe hacerse conocer para que más gente la proteja. Por esta razón, esta ley que protege a las abejas y sus derechos representa un gran avance para nosotros, porque da valor a la experiencia vivida de nuestros pueblos indígenas y de la selva.»

Qué son las abejas sin aguijón y cuál es su papel en la Amazonía

La campaña que mostró el poder de la ciencia y del activismo

Desde el inicio, Espinoza escuchó reportes de que las abejas eran cada vez más difíciles de encontrar. “We were talking actively with the different community members and the first things they were saying, which they still do to this day, is: ‘I cannot see my bees any more. It used to take me 30 minutes walking into the jungle to find them. And now it takes me hours.’” se traduce como: “Hablábamos activamente con los diferentes miembros de la comunidad y lo primero que decían, y que siguen diciendo hasta hoy, es: no puedo ver mis abejas. Antes me tomaba 30 minutos caminar por la selva para encontrarlas; ahora me toma horas.” Sus análisis químicos habían detectado hallazgos preocupantes: rastros de pesticidas aparecían en la miel de abejas sin aguijón, a pesar de estar criadas en áreas alejadas de la agricultura industrial. “Estaba viendo cientos de moléculas medicinales, como moléculas que se sabe que tienen alguna propiedad medicinal biológica,” recordó Espinoza. “Y la variedad era también realmente salvaje – estas moléculas se han conocido por tener efectos antiinflamatorios o antiviral, antibacterianos, antioxidantes, e incluso anticancerígenos.” Espinoza, autora del libro The Spirit of the Rainforest, comenzó a liderar expediciones para documentar las técnicas tradicionales de localización y crianza de estas abejas y la recolección de su miel, trabajando con los pueblos indígenas. Las abejas sin aguijón se encuentran en regiones tropicales de todo el mundo y constituyen la clase de abejas más antigua. En la Amazonía, donde viven cerca de la mitad de las 500 especies conocidas, son responsables de polinizar más del 80% de la flora, incluidos cultivos como cacao, café y aguacates. También tienen un profundo significado cultural y espiritual para los pueblos indígenas Asháninka y Kukama-Kukamiria. “Dentro de la abeja sin aguijón vive el conocimiento tradicional indígena, transmitido desde la época de nuestros abuelos,” afirmó Apu Cesar Ramos, presidente de EcoAshaninka. “La abeja sin aguijón nos proporciona alimento y medicina, y debe hacerse conocer para que más gente la proteja. Por esta razón, esta ley que protege a las abejas y sus derechos representa un gran avance para nosotros, porque da valor a la experiencia vivida de nuestros pueblos indígenas y de la selva.”

La campaña que mostró el poder de la ciencia y del activismo

La investigación detrás del reconocimiento y los datos que cambiaron todo

Desde el inicio, Espinoza escuchó reportes de que las abejas eran cada vez más difíciles de encontrar. “We were talking actively with the different community members and the first things they were saying, which they still do to this day, is: ‘I cannot see my bees any more. It used to take me 30 minutes walking into the jungle to find them. And now it takes me hours.’” Sus análisis químicos habían detectado hallazgos preocupantes: rastros de pesticidas aparecían en la miel de abejas sin aguijón, a pesar de estar criadas en áreas alejadas de la agricultura industrial. “Estaba viendo cientos de moléculas medicinales, como moléculas que se sabe que tienen alguna propiedad medicinal biológica,” recordó Espinoza. “Y la variedad era también realmente salvaje – estas moléculas se han conocido por tener efectos antiinflamatorios o antiviral, antibacterianos, antioxidantes, e incluso anticancerígenos.” Espinoza ha escrito un libro, The Spirit of the Rainforest, y empezó a liderar expediciones para documentar métodos tradicionales de búsqueda y recolección de miel, trabajando con las comunidades para comprender las prácticas indígenas. La cartografía, iniciada formalmente en 2023, reveló vínculos entre la deforestación y la disminución de las abejas sin aguijón, investigación que ayudó a impulsar la aprobación de una ley en 2024 que reconoce a las abejas sin aguijón como las abejas nativas de Perú. La Ley es un paso crítico, ya que la ley peruana exige la protección de las especies nativas. Dr. César Delgado, investigador del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, describió a las abejas sin aguijón como “polinizadores primarios” en la Amazonía, que contribuyen no solo a la reproducción de las plantas, sino también a la biodiversidad, la conservación de los bosques y la seguridad alimentaria global. Pero su investigación también reveló otro hallazgo: en Brasil, en la década de 1950, un experimento para crear una cepa de abejas que produjera más miel en condiciones tropicales dio lugar a la abeja europea africanizada; una variedad que también resulta más agresiva, y que se ganó el apodo temible de “abejas africanas asesinas”. Ahora Espinoza y sus colegas descubrieron que estas abejas africanizadas han comenzado a desplazar a las abejas sin aguijón en sus propios hábitats. En una expedición en las tierras altas amazónicas de Junín, al sur de Perú, conocieron a Elizabeth, una anciana Asháninka, quien relató lo que Espinoza describió como “el ejemplo más fuerte de competencia entre especies de abejas que he visto en mi vida.” “Viviendo un estilo de vida semi nómada en una zona remota de la reserva de la biosfera Avireri Vraem, Elizabeth criaba y mantenía abejas en un claro del bosque, a cierta distancia de su casa,” relató. “Pero describió cómo sus abejas sin aguijón habían sido desplazadas por abejas africanizadas, que la atacaban de manera violenta cada vez que la visitaba.” Fue precisamente el municipio de Satipo, donde Elizabeth vive, el primero en aprobar una ordenanza que reconoce derechos a las abejas sin aguijón en octubre. En toda la reserva de la biosfera Avireri Vraem, las abejas ahora tienen derechos para existir y prosperar, mantener poblaciones sanas, disponer de un hábitat libre de contaminación y condiciones climáticas ecológicamente estables, y, crucialmente, ser representadas legalmente en casos de amenaza o daño. Un segundo municipio, Nauta, en la región Loreto, aprobó una ordenanza similar el lunes 22 de diciembre.

La investigación detrás del reconocimiento y los datos que cambiaron todo

Las ordenanzas en Satipo y Nauta abren un precedente mundial

Las ordenanzas son precedentes sin equivalente en el mundo. Según Prieto, impondrán un mandato de políticas para la supervivencia de las abejas, “incluyendo habitat reforestación y restauración, regulación estricta de pesticidas y herbicidas, mitigación de y adaptación al impacto del cambio climático, avance de la investigación científica y adopción del principio de precaución como marco rector para todas las decisiones que puedan afectar su supervivencia.” Actualmente, una petición global de Avaaz que llama a Perú a hacer la ley nacional ha superado las 386.000 firmas, y también ha generado interés entre grupos en Bolivia, los Países Bajos y Estados Unidos para seguir los ejemplos municipales como base para defender los derechos de sus propias abejas silvestres. Ramos afirmó: «La abeja sin aguijón nos proporciona alimento y medicina, y debe hacerse conocer para que más gente la proteja. Por esta razón, esta ley que protege a las abejas y sus derechos representa un gran avance para nosotros, porque da valor a la experiencia vivida de nuestros pueblos indígenas y la selva.»

Las ordenanzas en Satipo y Nauta abren un precedente mundial

Reacciones globales y próximos pasos

La historia no se queda en Perú: una petición global de Avaaz ha recogido más de 386.000 firmas para que la ley se extienda a toda la nación, y grupos en Bolivia, los Países Bajos y Estados Unidos expresan interés en seguir el ejemplo para defender los derechos de sus propias abejas silvestres. Testimonio de la importancia de este avance llega de la propia comunidad indígena: “La abeja proporciona alimento y medicina,” dijo Ramos, “y debe hacerse conocer para que más personas la protejan.” En última instancia, “la abeja sin aguijón nos da valor a la experiencia vivida de nuestros pueblos indígenas y de la selva,” añadió. Este paso histórico, señalan los defensores, podría acelerar movimientos similares para proteger a las abejas en otros lugares del planeta.

Reacciones globales y próximos pasos