A los 43 años, tras abandonar el veganismo y superar ocho abortos, una mujer espera gemelos: la historia que desafía las probabilidades
Molly Brown, de Nevada, y su esposo Zak Hosni, de 34 años, llevaban más de tres años intentando ser padres. Durante ese tiempo, Molly enfrentó ocho abortos espontáneos, dos ciclos de terapia hormonal y numerosas pruebas de embarazo negativas. Decidieron tomar las riendas de su destino y, a comienzos de este año, dejó el veganismo para adoptar una dieta basada en la carne. A los pocos meses quedó embarazada de forma natural. En abril de 2025, los médicos confirmaron que esperaba gemelos idénticos masculinos.
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Infertilidad, pruebas agotadoras y la esperanza que no se rinde
«Si quieres algo con mucha fuerza, tienes que ir tras ello», dice Molly. Tras años de esfuerzos, admite haber llegado al límite: “En un momento estaba harta de intentar. Fue una carga para nuestra relación, para mis hormonas y mi salud mental.” Cuando se enteró de que volvía a estar embarazada, pensó: «Bueno, veamos qué ocurre». Fue sola a la ecografía y, para sorpresa de la pareja, vio dos latidos; dos bebés. Estaban emocionados y, al saber que serían gemelos, el miedo dio paso a la alegría.
Del veganismo a una dieta carnívora: la concepción natural y el experimento alimentario
Durante una década, Molly fue vegetariana/vegana debido al síndrome del intestino irritable y a la creencia de que la carne no se digiere bien, además de la dificultad para encontrar carne limpia. A principios de año, vio un video de un médico que recomendaba una dieta carnívora para la concepción y decidió intentarlo. Su plan diario incluía tres huevos medianos con mantequilla y tocino; además añadió NMN, NAD+, resveratrol, CoQ10 y glutatión. En el almuerzo, aprovechaba restos de la cena, como carne picada; la cena consistía en algo de carne con mantequilla y una porción de verduras. “No puedo decir con certeza qué fue lo que funcionó —no soy científica ni médica— pero creo que así fue.”
Una emergencia médica que puso a prueba la vida de los bebés y la esperanza de la familia
A las 17 semanas, Molly descubrió que sus gemelos sufrían un síndrome de transfusión feto-fetal (TTTS), con flujos sanguíneos desiguales entre los fetos. Se sometió a una cirugía láser de emergencia para salvar a ambos, y los médicos lograron colocar a salvo a los dos. Ahora, está en la semana 26 y espera poder llegar a las 32–34, para que los bebés pasen menos tiempo en cuidados intensivos. Sus médicos esperan que el parto ocurra en diciembre, con la llegada de los niños cercana a enero. En cuanto al estigma de ser madre de edad avanzada, dice: «En EE. UU. las madres de edad avanzada enfrentan el juicio. A mí no me preocupa; confío en mí misma.» Mantiene una dieta rica en proteínas y grasas y se muestra optimista sobre el futuro de sus hijos, a quienes planea enseñarles buenas maneras, hacer manualidades, decorar la casa para las fiestas y cocinar para la familia.